martes, noviembre 30, 2004

Sincronicidad, que le decía Jung

El mismo día, a la misma hora, en que estaba sucediendo el linchamiento de Tláhuac y lo estaban transmitiendo en vivo por radio y televisión, en el Foro Cultural Coyoacanense "Hugo Argüelles", se estaba presentando un libro sobre Violencia y medios.

En ese mismo evento, a la moderadora, que se llama Matilde, la presentaron como Fátima, que es el nombre de la delegada de Tláhuac, que a esas horas estaba tratando de negociar para que la turba dejara libres a los policías.

Mórbidas y oníricas ficciones

A propósito de Nada y Otros Sueños, de Alfredo Barrios

Por Guillermo Vega Zaragoza

Conocí a Alfredo Barrios en la escuela de escritores de SOGEM hace unos años. Casi invariablemente, cuando opinaba en clase, incluía, viniera o no al caso, algún comentario relacionado con la vida o la obra de Julio Cortázar, razón por la cual muy pronto los compañeros terminamos refiriéndonos a él, no sin cierta mala leche, como "el hijo de Cortázar". Su afición y veneración por el autor de Las armas secretas era ostensible e inocultable. De alguna forma, Alfredo seguía al pie de la letra el primer mandamiento del decálogo de Horacio Quiroga: "Cree en un maestro -Poe, Maupassant, Kipling, Chejov- como en Dios mismo".

De aquel entonces, debo confesarlo, no recuerdo haber leído o escuchado nada de lo que Alfredo escribía, hasta ahora que me obsequió su primera, excelente, colección de cuentos titulada Nada y otros sueños. Corroboro con gusto que Alfredo permanece fiel a su devoción cortazariana, pero que tampoco se ha quedado en el homenaje, el reciclaje o la simple copia de los temas y las formas desarrolladas por el creador de Todos los fuegos el fuego, sino que, afortunadamente, para él como creador y para nosotros como lectores, ha emprendido la búsqueda de su propia voz, de su propio camino narrativo, y el resultado es sumamente cautivante y disfrutable.

Por ello, no es sorprendente que, en la contraportada del librito, el maestro Eduardo Casar utilice una cita de Cortázar para comparar el cuento con la poesía, y defina así los cuentos de Alfredo Barrios: "estructuras cerradas, redondas, sílabas de imaginación bien armadas y con una cohesión molecular como las de las gotas de agua cuando van cayendo". En efecto, en uno de sus textos clásicos sobre el tema ("Del cuento breve y sus alrededores", publicado en Último round en 1969), Cortázar reitera, retomando al ya mencionado Quiroga, que solamente es posible dar vida a un cuento cuando se logra crear "el pequeño ambiente" en el cual se desenvuelven los personajes y que sólo parece tener interés para ellos mismos.

A esto Cortázar le llama la "esfericidad" del cuento; es decir, a que "la situación narrativa en sí debe nacer y darse dentro de la esfera, trabajando del interior hacia el exterior, sin que los límites del relato se vean trazados como quien modela una esfera de arcilla. Dicho de otro modo, el sentimiento de la esfera debe preexistir de alguna manera al acto de escribir el cuento, como si el narrador, sometido por la forma que asume, se moviera implícitamente en ella y la llevara a su extrema tensión, lo que hace precisamente la perfección de la forma esférica".

Por lo mismo, no es casual tampoco que Casar compare los cuentos de Alfredo Barrios con gotas de agua, pues, en efecto, estamos ante relatos breves, perfectos, redondos, que caen con exquisita precisión sobre el estanque de nuestra conciencia, provocando la expansión de sus ondas más allá del límite de la hoja de papel.

Es precisamente la brevedad de la mayoría de los cuentos de Alfredo Barrios la que nos obliga a colocarlos en ese cajón que ahora se conoce como "minificción", "ficción breve", "minicuento" o "micro-relato"; es decir, como lo quiere Lauro Zavala: aquella narrativa literaria de extensión mínima, que puede ir desde una oración hasta dos páginas impresas a lo mucho, y que suele tener un carácter marcadamente experimental y lúdico.

La ficción breve cuenta con una amplia y nutrida tradición en nuestro país, cultivada por autores tan disímbolos y prestigiados como Julio Torri, Alfonso Reyes, Juan José Arreola, Augusto Monterroso, Salvador Elizondo, José de la Colina, Edmundo Valadés, e incluso Octavio Paz, y más recientemente José Emilio Pacheco, Felipe Garrido, René Avilés Fabila, Guillermo Samperio y Marcial Fernández, por citar sólo algunos.

No obstante, la ficción breve no se define únicamente por su extensión minúscula, sino que engloba otras particularidades que la han convertido en un campo muy socorrido por los escritores más recientes; no obstante que, en su aparente sencillez y facilidad, encierra múltiples complicaciones que hacen de ella un género sumamente intrincado, lo cual dificulta aún más el logro de la maestría.

En su Breve manual para reconocer minicuentos (UAM Azcapotzalco, 1997), la venezolana Violeta Rojo añade cuatro características más, además de la brevedad, para definir a este género:

- Cuidado extremo del lenguaje, pues el autor debe utilizar las palabras exactas y precisas para describir y definir situaciones en pocas y justas pinceladas, con apenas unas pocas palabras.

- Anécdota comprimida, en la cual muchas veces el argumento ya está implícito y muchos datos no se proporcionan y solamente se sugieren, por lo que corresponde al lector decodificarlos, completarlos y desarrollarlos.

- Utilización de referencias comunes o conocidas (también llamados "cuadros" o "marcos de conocimiento"), las cuales contribuyen a la brevedad y condensación de la anécdota, pues el autor de minificciones suele recurrir a temas conocidos o proporciona referencias comunes para no tener que explicar situaciones ni ubicar largamente al lector, por lo que en la minificción es frecuente el uso de la intertextualidad y, en menor medida, la metaliterariedad.

- Estructura "proteica", en la que pueden participar las características de otros géneros literarios, como el ensayo, la poesía, el cuento más tradicional, fábulas y palíndromos, así como reflexiones, recuerdos, anécdotas, listas de lugares comunes, fragmentos biográficos, definiciones de diccionario, las reconstrucciones falsas de la mitología clásica, instrucciones, reseñas de falsos inventos, entre muchos otros.

Sin embargo, podemos añadir otra característica de la ficción breve, enunciada por Guillermo Samperio en el epílogo de su libro La brevedad es una catarina anaranjada (Lectorum, 2004):

- El final sorprendente, a veces circular, a veces elusivo, en el que predominan "los que llevan una carga de humor negro severa; allí, el minificcionero deviene implacable, casi amoral, con tal de conseguir su propósito de relojero: que el mecanismo explosivo de su microprosa funcione a tiempo".

En este sentido, podemos ver que los relatos de Alfredo Barrios cumplen a cabalidad con estas características, pero no lo hacen de manera mecánica, como si las hubiera aprendido de un manual, sino que las combina en perfecto equilibrio para lograr textos casi perfectos en su manufactura, en su intención y en su capacidad evocativa. Son, en efecto, esferas brillantes, calidoscópicas, que nos revelan mundos subyugantes, inquietantes, pesadillescos, en la tradición fantástica del horror que surge de repente en lo más trivial y cotidiano, como puede ser un viaje en microbús, como en el cuento "Tardeada", o en el tedioso y pesado día de trabajo de un burócrata en "Línea negra", o en la mujer que sale por la ventana del baño, hace su vida y regresa décadas después con el mismo hombre ya decrépito en "Ventanas".

En El aire y los sueños (FCE, 1958), Gaston Bachelard dice que las imágenes del sueño son, por definición, imágenes de la imaginación, invitaciones al viaje, metáforas aéreas, verticales, que surcan los cielos; son, por antonomasia, imágenes creativas, vitales. Sin embargo, resulta por lo menos paradójico que la gran mayoría de estas imágenes oníricas surjan en los momentos en que el hombre se encuentra en posición horizontal, acostado, mientras duerme, que es la posición más cercana a la muerte. De esta forma, los sueños y la muerte se entrecruzan, se contrapuntean, se complementan y se contradicen. Así, la vida nace de los sueños, que es cuando parecemos estar muertos.

De alguna manera, Alfredo Barrios trata de revelarnos este misterio a través de sus cuentos, desde el primero, "El arma", en el que un escritor tiene el poder de matar con tan sólo apuntar con sus dedos como si fuera una pistola; en el galardonado "Soñé que volaba" donde un hombre con facultades onirománticas sueña su propio suicidio; en "Juego sucio", donde un tramposo jugador se salva de ser descubierto gracias al oportuno sueño de su mujer; en "Sin retorno", en el que a un muerto todavía no le cae el veinte de que ya lo es; en "Cáustico", con el mariguano que muere de un balazo en la cara y revive para matar a toda su familia, para luego seguir su vida como si nada; con los heterodoxos métodos pedagógicos de Mr. Raling en "Alumnos de excelencia"; en el tiro al paracaidista como parte de los novedosos "Deportes extremos"; en la revelación en el lecho de muerte de que la vida de un escritor puede ser su mejor obra como en "Punto final"; o mejor: que la mejor obra, la más premiada, en realidad nunca fue escrita, como en "Nada". Incluso en la fábula de una Parca irremediablemente enamorada que olvida sus obligaciones en "Los favores de la muerte".

Después de la lectura de esta afortunada obra inaugural de Alfredo Barrios, la máxima de Heráclito (sí, aquel de que "nadie se baña dos veces en el mismo río") se nos revela con rotunda claridad: "Muerte es todo lo que vemos despiertos; sueño lo que vemos dormidos". Si la misión del escritor es revelarnos precisamente eso, lo que todos vemos en nuestros sueños, pero estamos demasiado despiertos como para reconocerlo, Alfredo Barrios la cumple con creces en ésta, su primera aventura en el mundo de las letras.

(Esto lo dije el pasado viernes 26 de noviembre en el Centro Cultural Mixcóatl en la presentación del mencionado libro)

lunes, noviembre 29, 2004

Vila-Matas en Bellas Artes



Ayer estuvo Enrique Vila-Matas en el Palacio de Bellas Artes. Yo llegué tarde, corriendo, porque el tipo del puesto de periódicos no sabía hacer cuentas y la tipa de la farmacia no sabía distinguir entre el rojo y el azul, y el metro se tardó eternidades. El último escalón de escalera de la salida del metro Bellas Artes es un poco más alto que los demás. Tropecé y casi me llevé de corbata el puestito de dulces de una viejita. Mis 120 kilos de rock cayeron sobre mi rodilla izquierda. Con todo, no me dolía nada, aunque la tenía muy caliente (la rodilla, se entiende). La sala Ponce estaba llena. Alcancé lugar a un costado. Me saludó el Oso Escamilla, que ya estaba hasta atrás (de la sala, se entiende). Estaba terminando de hablar Álvaro Enrigue (hermano de Jordi Soler) y le siguió el recién galadardonado Juan Villoro (ni les cito lo que leyó porque de seguro lo va a publicar en Letras Libres).

Y entonces habló Vila-Matas. Dijo que la gente suele decirle que es un tipo raro, pero en realidad las raras son las cosas que le pasan. Empezó a contar cómo surgió la novela que ahora está escribiendo, que trata de un escritor que desaparece en París y a nadie le importa, y él se dedica a buscar las conexiones más disparatadas en relación con la calle parisina donde está el hotel donde vive, que es la misma calle donde vivió sus últimos años André Gide. En mi mochila llevaba el Diario de Gide.

La gente seguía llegando y se apostaba enfrente de mí y no me dejaba ver a Vila-Matas, pero no importaba. Lo mejor era escucharlo. Entonces me di cuenta que el Oso estaba sentado junto a una escritora que fue becaria del FONCA en la misma generación que un cuate mío; una vez estuvimos en casa de él y ella sentada a mi lado y yo me la pasé mirándole el escote (a la escritora, se entiende). Entonces vi que mi hermano Jorge había llegado y se sentó del otro lado de la columna donde yo estaba.

Vila-Matas terminó de hablar y nos acercamos para que nos firmara sus libros. Yo nada más le di a firmar Bartleby y compañía (que es el que más me gusta, aunque he leído casi todo lo de él y pensé llevarlos para que los firmara), pero el Oso que es un abusador lo hizo que le firmara tres libros. A todos les dibujaba un muñequito con sombrero. Luego fuimos con Villoro, que estaba más cotizado que el mismo Vila-Matas. A él sí le pedí que me firmara dos libros (aunque llevaba más, pero no quise ser tan abusivo como el Oso). Y nos fuimos.

Comimos tacos y tortas en la calle de Independencia y cuando pasábamos enfrente del Hotel Marlowe, nomás de cotorreo le dije al Oso: "Mira: hay que buscar alguna conexión como Vila-Matas". Entonces sacó de su morral un libro de poemas Christopher Marlowe y me quedé callado.

Llegamos al metro Bellas Artes y ahora sí me fijé muy bien en el escalón de la entrada.

El talento



"El talento es un asunto de cantidad.
El talento no escribe una página: escribe trescientas...
El fuerte no duda.
Se decide, suda, llega hasta el final.
Agota la tinta, acaba el papel.
Esta es la única diferencia
entre los hombres de talento y
los cobardes que nunca empezarán nada.
En literatura, sólo existen los bueyes.
Los más grandes son los genios:
aquellos que trabajan duro dieciocho horas al día sin descanso.
La fama es un esfuerzo constante".


Jules Renard, escritor francés (1864-1910).
Dedicado a mi cuate A.C.

domingo, noviembre 28, 2004

¿Borracho, yo..?

martes, noviembre 23, 2004

Poemas de Lucila Villa

Tristeza

No estoy a tu altura tristeza
Aunque estire el cuello y me pare de puntillas
Mido menos del 1.60
Tus nubes son muy altas tristeza excesiva su grisura

No entiendo la lasitud con la que agazapas un cuerpo
Resides en las alas de una ave en extinción
Me miras con desdén
Porque sabes que ambas somos
Como una cuenta regresiva
Que va hacia ninguna parte

Ni siquiera entiendo
El agrio improptu que te compuso Chopin
Menos la distancia que linda entre tus gotas de lluvia

Tu altura tristeza
Es ese saco imposible de medir, de contabilizar
Ese vacío de las bancas
Esa incertidumbre mordiéndonos a tarascadas
Que nos hace voltear
Para preguntarnos si hemos dejado
Suficientes holocaustos para ti.

No quiero vulgarizarte
Contemplando cuadros de los impresionistas
Entornando los ojos acodada en una ventana

Ni duda cabe
No estoy capacitada
Para hacerte una epopeya
Ni una égloga (a la gracilazo)
O elegía que oscureciendo dé luz

Tan sólo, tan sólo
quería dejarlo en claro.

Poeta

Esos tres no lograran tapar por mucho tu frente
si acaso disimular el largo trecho abovedado
de tenues insignias
de nubarrones cafés que tatuó tu historia

Con esos tres no llegarás muy lejos
Atril de tu memoria
Tripié de tu sonrisa
Bisoñé momentáneo de patas de gallo
Manco compás obligado a sostener tu vanidad
Obligado a apaciguar tu pensamiento
Tal vez a modelar un poco tu postura
Tu mejor ángulo

El azar y la domesticidad
Te han dispuesto para mí como vigía atrapa sueños
Luces bien ahí para tus 40 años

De cerca parece perturbada tu razón
¿es un surco, una autopista, una trinchera?
¿Qué te pasa poeta, acaso te importuna la comodidad,
la cercanía de una revista y una crema que vende utopías a la imperfección?
El ciclo era inminente como por enero-abril
fraguaba un itinerario
de escalas-digresiones-horarios
incluidos accesos de tos e ira

Yo solía contar las aristas
de aquel erizo de mar que se asoma por la vitrina
del 15 al 30 premeditaba el traspié y reanudaba el conteo
Probé tus huellas desperdigadas
en vasos, volante o pasamanos
de tanto en tanto
silbaba una tonadilla conocida
agitando a un llavero

Yo solía cuidar un recuerdo
como quien cuida a un enfermo
un par de pies como rompeolas
jugando al frío de no sentir
y embestir el mar

Yo solía recordar consultando un diccionario
Tocando un llavero, mordiendo por la esquina una postal
Acudiendo a la recurrencia del sueño
Para reinventar eso pues... en lo que todos pensamos
como parte de nuestro archivo personal

Para poderte responsabilizar de mí
Para que el tedio no me empañara entre enero-abril

Empellón

Nos deshicimos pronto de los poemas
los consabidos poemas que tantas tardes
memorizaste frente a la pila de trastes
ensayaste en el espejo
como un tímido ruego
como un deseo zigzagueante entre los labios
un lápiz malabarista entre los dedos

Se despeñaron por una de las pocas orillas
por las que no late la cama
Adaptados a la memoria del día
encabalgados a la montura de la garganta
desmontarlos
asfixiarlos había que

De poco te sirvió haber amanecido entre ellos
de poco le sirvieron al cuerpo
cuando sobrevino el ataque
de poco, cuando supuró la herida.

19 abril 04

Itinerario del sueño
I
Espíritus susurran ostensibles a la luz de la lámpara
a deshoras un hombre cuadra balances y estados de cuenta
cansado toma un lápiz
de sus manos brota un rostro un nombre una idea
Sus párpados se cierran
de otra parte del cuerpo emana una voz
que osa desentrañar la madeja de su alma

Una lectura interior va dictando las disonancias
los requiebros la abstinencia necesaria
entre lápiz y pensamiento

El hombre aguarda desconfía
teme a la ubicuidad
lugar extraño sensación inédita
a donde el poema lo lleve
Respira
Transpira hasta la ignominia
Hasta percibir los excesos
En que sus palabras solas han ido trocando
Un drama que le resulta inusual, desconocido.

II

Extraviado entre las nebulosas del sueño
Rendido a la seducción del juego
El poema subvierte el ejercicio en perversión
Es otro el verdugo
Son otras las víctimas ahora

El hombre se sujeta confiado
A las intenciones del poema
Se deja conducir
Traspasar el umbral
Le disuade un temor momentáneo
(Un borde saliente del quicio de la puerta)
Y lo que verá
No serán los objetos que abandonó la memoria en el traspatio
El hecho de saber que nada sobrevive ahí
Solo la infinita producción de palabras le aterra
Retrocede
Pero su piel ya empantanada
Le abisma
Y sus manoteos son una obcecada
Repulsión
Ante lo nunca visto
Lo antes nunca pronunciado

III

A la deriva del sueño
a la voz y la revelación que lo condenan
perdido en el éxtasis
y las infinitas variantes que las palabras ofrecen
su agonía transcurre
mientras transcurre el sueño
sueño maldito condenándole
a descifrar lo indescifrable
sueño que le hará maldecir su camino
proferir tal cantidad de anatemas
insultos que avergonzarían a las piedras

Quizá regresa
Porque un charco de baba
Es la prueba irrefutable de los mares que ha remontado
Una sensación mojada en el brazo
Le despierta

"Necesito un gesto, una mirada de asentamiento
una muestra de aprobación
quien hijo de puta me diga
a dónde se fue el poema".


Cama

Nuestra cama naufraga
vira nerviosa de derecha a izquierda
entre silencios pródigos
silencios austeros la balancean

Se hayunta al mar
para no perderse
para que quede registro de su existencia
Pero el mar
se burla de su causa inútil
de su esperanza hueca
de las efímeras cicatrices que sus pasos dejan
de la necedad nuestra por permanecer
como la fecha cautiva, rehén entre paréntesis
que alguien leerá
que moverá de página por la mañana
para encontrarnos extenuados
como jirones de camisas olvidadas en la playa
y el mar oxigena en su vaivén
en su perpetuo afán.

para decirnos entre murmullos
que es posible aun tener la vida
porque antes
antes que el día recupere su rostro
el estrépito sus calles
un resuello nos delata:
seguimos a ambos lados
como a esta cama su inmovilidad
esa vocación que le hemos endilgado
la de sostenernos después del naufragio

Historia oculta

Quisiera fueras
esa historia oculta
la callada
de un hombre que está lejos
de mi puerta y ventana
más lejos de aquella casa con guirnaldas
más lejos aún
del centro de este cuerpo
que acarician por costumbre los dedos

O detrás de aquella cerca
que proteja con su voz mi voz
como salvaguarda
sus secretos escondido en una caseta de teléfono
Anónimo
inunda la casa con nuevas resonancias
cuando no estoy
un Pérez un García
un quien seas

Quisiera
esos cortos hombros
esas uñas negras
construyeron
esas frases muchas
que demoré en elegir.

Poeta y escritora radicada en Tijuana, BC.
Leídos en el II Festival de la Literatura del Noroeste el 11 de noviembre de 2004.

lunes, noviembre 22, 2004

Enfermedades extravagantes



"Hay enfermedades extravagantes

que consisten en desear lo que no se tiene".

André Gide. Los alimentos terrenales (1927).

*

"La vida es una enfermedad mortal que se transmite sexualmente."

Anónimo.

(Tomado de
De koalas y pornografía)

Presentación Violencia y medios, del Insyde

El Instituto para la Seguridad y la Democracia A.C. (Insyde) y
el Centro para la Investigación y Docencia Económicas (CIDE)

Le invitan a la presentación de la antología:

Violencia y medios.
Seguridad pública, noticias y construcción del miedo,


coordinada por Marco Lara Klahr y Ernesto López Portillo Vargas

que se llevará a cabo el próximo
martes 23 de noviembre a las 19:00 hrs.
en el Foro Cultural Coyoacanense
,
Allende 36, Col. del Carmen, centro de Coyoacán.

Presentan:

Tina Rosenberg (The New York Times)

Juan Pablo González (Director de la Fundación Monitor)

Ana Laura Magaloni (Directora de la División de Estudios Jurídicos del CIDE)


==============================
¿Quiénes somos?

INSYDE: Instituto para la Seguridad y la Democracia


El Instituto para la Seguridad y la Democracia Insyde, A.C. (Insyde) es una organización mexicana, autónoma, multidisciplinaria, cuya misión consiste en elaborar propuestas técnicas, viables y prácticas para transformar las instituciones responsables de la seguridad pública y la justicia penal, y su relación con la sociedad.

Insyde es un espacio de articulación y diálogo entre la sociedad civil, la academia y las autoridades responsables de la seguridad pública y la justicia penal. Su propósito es contribuir al fortalecimiento del Estado democrático de derecho, dentro de un encuadre de respeto y promoción a los derechos humanos.

Un equipo multidisciplinario de especialistas con amplia experiencia en los temas de reforma policial, justicia penal y derechos humanos.

Insyde es una herramienta de la sociedad, para beneficio de la sociedad. Todas sus actividades y productos son de beneficio colectivo.

- Organizamos conferencias y seminarios internacionales, grupos de discusión y talleres.

- Entregamos a la opinión pública y a las autoridades documentos de análisis.

- Enviamos a los medios, comunicados sobre coyunturas relevantes.

- Diseñamos instrumentos de investigación empírica para ser aplicados en las instituciones y entre la sociedad.

- Ayudamos a otras organizaciones de la sociedad civil a construir capacidad de análisis y diseñar propuestas informadas.

- Proponemos a las instituciones públicas, en particular a la policía, instrumentos de evaluación y modernización de su sistema de rendición de cuentas.

- Editamos documentos de trabajo, antologías, memorias y libros.

- Inducción de criterios técnicos para reformas institucionales.

- Capacitación hacia las organizaciones de la sociedad civil.

- Aprovechamiento del conocimiento internacional comparado.

- Crítica informada y propositiva en foros públicos.

- Promoción del diálogo.

- Rendición de cuentas de la policía.

Insyde diseñó el primer instrumento que permite analizar las estructuras de rendición de cuentas en cualquier tipo de institución policial. El instrumento busca identificar qué mecanismos de control existen para detectar, investigar y sancionar conductas indebidas, y cuáles para estimular las conductas adecuadas y cómo funcionan.

El instrumento permite además identificar, desde una perspectiva integral y táctica, las prácticas vigentes en la institución policial, evaluar los enfoques y resultados en las mismas y considerar alternativas para evolucionar con base en las lecciones producto de la experiencia.

Rendición de cuentas de la policía.

Este instrumento abre paso a la reconstrucción de los sistemas de control de la policía, tanto internos como externos, con lo cual la sociedad puede contar con instituciones policiales confiables y modernas.

Construcción de capacidad en la sociedad civil.

Insyde realiza dos programas de trabajo para este fin:

a) Inició la serie denominada ?Insyde en la Sociedad Civil?, la cual consiste en la redacción y difusión de dos documentos mensuales, donde se analizan coyunturas relevantes que ponen en riesgo o violentan los derechos humanos a consecuencia de normas políticas, estrategias y acciones de las autoridades federales, estatales y municipales. Estos documentos tienen, por un lado, un objetivo didáctico, y por el otro, entregarle a las OSC herramientas concretas para asumir posiciones públicas y estrategias propias.

b) Promueve la realización de seminarios, talleres y mesas redondas, en función de las necesidades coincidentes entre Insyde y otras organizaciones de la sociedad civil. Insyde proporciona conocimiento técnico y acceso a expertos nacionales y extranjeros.

Directorio:

Ernesto López Portillo Vargas, Presidente.
Correo electrónico: ernestolpv@insydeideas.org
Teléfonos: Directo 91165305.

Robert Varenik, Investigador.
Correo electrónico: varenikr@insydeideas.org, varenikr@prodigy.net.mx
Teléfonos: Directo 52114386.

Luis González Placencia, Investigador.
Correo electrónico: gonzalezplacencia@prodigy.net.mx
Teléfonos: Celular 04455-31454442.

Carlos Ríos, Investigador.
Correo electrónico: carlosrios01@hotmail.com, cre@prodigy.net.mx
Teléfonos: Celular 04455-85738180.

Laura Díaz de León, Coordinación de Proyectos
Correo electrónico: contacto@insydeideas.org
Teléfonos: Directo 91165305.

sábado, noviembre 20, 2004

Algunas consideraciones sobre la literatura contemporánea



Por Cristina Rivera Garza

1) Lo único que vale la pena narrar acontece fuera de los límites del lenguaje.

2) Un libro que no atenta contra las formas convencionales de lectura no pasa de ser una mera mercancía.

3) Un libro que depende de la anécdota será una anécdota, no un libro.

4) Hay que inacabar el pensamiento acabado. Ergo: hay que abrir la oración, el párrafo o la página entera, retarlas o romperlas, da lo mismo.

5) El pensamiento acabado está, efectivamente, acabado. Es una maniobra más que un ejercicio.

6) La verdadera experimentación responde a una demanda orgánica del libro. Es una condición ineludible, y nunca opcional o agregada, del mismo.

7) Un libro que pretende agradar al público precisa de una buena terapia privada.

8) Todo libro nace inscrito en tradiciones específicas, se sabe. Pero el libro que no dialoga crítica y activamente con las tradiciones que le dan vida es una repetición, no un libro.

9) No hay nada más aburrido que un libro mil o dos o n veces repetido.

10) El libro que me obliga a detener la lectura para que me pregunte ¿qué estoy leyendo? es un libro que seguiré leyendo.

11) Habrá que recordar de vez en cuando que "la tradición" sólo se puede escribir en plural y con minúsculas.

12) Un libro que no es, al menos, dos libros, no es un libro.

13) Un libro tiene el poder de formar comunidades de lectores que son, en realidad, comunidades específicas de percepción ,Y qué es más poderoso y, luego entonces, amenazante, que trastocar la manera en que percibimos el mundo?

(Tomado de una entrevista publicada en la revista Dónde ir, de noviembre de 2004, para promover el ciclo "Lectura del Caos", en el que participará la autora el próximo 25 de noviembre en la Casa Refugio Citlaltépetl, en Citlaltépetl 45, colonia Hipódromo Condesa, en México, DF, a las 19 horas.)

Si yo fuera un asesino en serie


If i was a serial killer i would be Edmund Kemper.

Anyone ever tell you its dangerous to hitch hike? Well, anyone who did was probably referring to Edmund Kemper.

Edmund made a hobby out of picking up young UCSC students, strangling or stabbing them to death then taking them home to his mother's apartment where he would have his way with the bodies. After dissecting the bodies, he would take the head and hands and dispose of the remains.

After murdering more then 6 hitch hikers, Edmund finished off his killing spree by decapitating his mother, murdering her best friend then later committing necrophilia with both of the bodies. Edmund confessed to all the killings days later.

Kill count: 8-9

Find what serial killer you would be, Take the Serial Killer Quiz now!

viernes, noviembre 19, 2004

Bricni poetisa


¡Ah, el amor, cosa tan rara!, diría la Kalafe.

Pues resulta que apenas llegandito de su honeymoon, la Bricni tuvo un rapto lírico y le dieron ganas de echarse unos versitos para celebrar tanta felicidad suya de ella.

Nótese la altura poética de la otrora sueño húmedo de media humanidad:

A honeymoon at last, to get away from it all
My assistant Fe gave me the call.
I remember it well, as she was smilin'
She said it was called Turtle Island.
I packed my bags light and quick
Then grabbed my pink dress & favorite lipstick.
We hopped on a plane and took our flight
I slept really well, all through the night.
As we arrive, I turn and look out the door
People are greeting us right at the shore.
A meal, a shower and some ice cream
Then I threw my man down, you know what I mean!
Magical nights filled with stars
Silence is golden, no running cars.
Private dinners, romantic fires
Little piece of heaven, whatever your heart desires.
Friendly 'hellos' and never goodbyes
When you're having fun, oh, how time flies!
As we sit and prepare to make our part
I thank you, Turtle Island, with all my heart!

Britney.

La neta, Bricni: calladita te ves más bonita.

Confesiones de un ciber-analfabeta funcional

Por Francisco Fernando Meza Sánchez

Hablar de Internet hoy en día es hablar de un acto cotidiano, dicho acto es asumido por todos como algo común, es decir, el efecto de la inmediatez ya no es sorpresivo para nadie. El Internet y sobre todo el Messenger son herramientas de nuestros días, son lujos, accesorios, lugar de trabajo, lugar de amoríos, sitio donde un chino platica en inglés con un mexicano, habitación donde el ocio se virtualiza y el tiempo transcurre de tecla en tecla. Este fenómeno de libertad y libertinaje informativo, sólo podría tener comparación histórica con la invención de la imprenta. ¿Qué pensaría el Fraile Sagarraga que en 1536 trajo la primera imprenta a México si pudiera ver una sesión de Internet? Quizás no hay que ir tan lejos, mi abuela todavía no concibe la idea de que alguien este conectado simultáneamente con diferentes personas que se encuentran en diferentes partes de mundo. Sin embrago, mi primo de tan sólo 16 años es mi asesor para cualquier problema que se me presente en estos laberintos tecnológicos.

Yo me asumo como un ciber-analfabeta funcional, soy capaz de revisar mi correo, encontrar algunas direcciones en la red, de vez en vez platicar por el Messenger, en fin, solamente puedo llevar a cabo tareas de excesiva sencillez. Esta posición carente frente a la red, se debe a un desconocimiento del lenguaje con que dicha red funciona. En mi oficio como escritor esta aparente carencia se refleja de inmediato. Me resulta exhaustivo leer en una pantalla y escribir directamente en la computadora me es imposible. Yo he escuchado a otros decir lo mismo y justificar estas ideas a partir de una posición romántica, es decir, ?el escritor únicamente con su pluma en medio de una noche enfurecida combate con la blancura de la hoja?. Algún tiempo atrás yo creía en este tipo de reflexiones, me parecía una traición a la mística del poeta que los nuevos escritores construyeran sus obras directamente desde el teclado o que leyeran a los clásicos desde una página del sistema virtual. Ahora pienso que cada quien construye su obra desde su percepción y que las condiciones físicas del acto de la escritura, obedecen a elecciones particulares en fin, el habito no hace al monje.

Hace poco, el maestro Everardo Mendoza reconocido lingüista mexicano, hablaba de la desaparición de las conjugaciones en futuro dentro de nuestro idioma, esta declaración esta justificada por encuesta y estudios de índole dialectal, en fin, hoy nueve de cada diez veces que se utiliza una oración que indique futuro, se hace con un verbo auxiliar y el otro en infinitivo: dormiré la siesta ? voy a dormir la siesta, cantaré mañana ? voy a cantar mañana, etc. Mi pregunta más allá de los números arrojados por una estadística, fue si el origen de este fenómeno podría vincularse con la cultura de la inmediatez, y si es así por lo tanto, conectarse directamente con el fenómeno del Internet. Algo es cierto, hoy por hoy los jóvenes encuentran sus modelos lingüísticos fuera de la escuela y fuera de los libros, por lo tanto, la red puede ser asumida por ellos como un paradigma idiomático.

Estas arriesgadas reflexiones me hacen recordar un apuntalamiento del filósofo español Ortega Y Gasset, el cual decía que la cultura occidental se enfrentaba a un problema gigantesco, dicho problema era el de encontrar sitio. Yo creo que los espacios virtuales del diasistema de la red, responden agudamente a este apuntalamiento, porque, la interacción dentro del sistema crea la ilusión de un espacio, es decir, puedes encontrar una dirección solucione las necesidades de bibliografía y por ello ocupe el espacio de una biblioteca o puedes usar un buscador como el Kazza que solucione la demanda de música o cine. Otro gran pensador Spengler anunciaba en su libro ?La decadencia de occidente?, que la desaparición del mito como factor de unión social propiciaría el colapso de las sociedades europeas, pero ¿la red no es surtidor de mitos?

El Internet crea y destruye mitos minuto por minuto, el hombre animal pensante encerrado en las urbes. Está determinado desde su nacimiento por un rol social o familiar, en fin, las ideas de Federico Engles aún no son tan lejanas. Encuentra como un lugar cómodo y habitable el ciber-espacio. De todas las múltiples funciones que pueden encontrarse en el diasistema en cuestión, (entendamos diasistema como un sistema de sistemas), hay una que sobresale de las demás, me refiero al Messenger. Este software esta diseñado para la comunicación masiva. En un inicio, que en estos momentos no resulta casi prehistórico, el programa operaba con mensajes escritos fundamentalmente. En la actualidad el mensaje escrito sigue siendo lo esencial de dicho programa, pero este ya cuenta con un gran número de accesorios como: video cámara, iconos, capacidad de mandar fotografías, música, etc. Entre todas estas funciones el Nick ocupa un lugar especial en el gusto de los conversadores virtuales. Yo pienso que es interesante observar el comportamiento instintivo de la gente que utiliza el Nick como un hábito. Algunos escriben versículos de la Biblia, otros escriben chistes, reflexiones, noticias, los muy sensibles ponen algún verso, etc. Lo destacable es que la tarea de este mensaje es precisamente modificar a otro mensaje, nos enfrentamos a un juego de espejos, a una estructura en abismo, es decir, si el que utiliza el Chat se encuentra de buen humor pone su Nick una oración que represente dicho estado anímico, pero el tema de su conversación puede ser otro, sin embargo, el mensaje acompañante modifica al otro, ya sea inconsciente o concientemente. Yo pienso que esto es consecuencia del efecto de simultaneidad que los programas intentan proyectar, puesto que, no solamente puedes estar expresando la idea sino también bosquejar un estado anímico, claramente este estado es como un maniquí.

Para finalizar, debo decir que la vocación creativa no puede encasillarse en un método, la creación debe responder a la experiencia sensible de cada autor, si un autor X se siente cómodo escribiendo directamente del teclado o se siente cómodo haciéndolo con una pluma de ganso mientras recita el ?Brindis del bohemio?, ambos deberán ser criticados por su obra y no por sus condiciones tecnológicas, cabe decir, que aunque muy lejano el bolígrafo también es fruto de la tecnología, por ejemplo en mi caso, prefiero utilizar el bolígrafo, puesto que, creo que escribir a mano me dicta una cadencia y de tal manera mi percepción se adapta a su tiempo. Por otro lado confieso que mis observaciones sobre el comportamiento del Internet, son frutos de observaciones cotidianas, son esos tipos de reflexiones que uno piensa, pero que jamás cree escribirlas, como lo dije antes soy un ciber analfabeta funcional que navega en la red pero que con la menor provocación o traba naufrago en cualquiera de sus espacios artificiales.

(Poeta y escritor de Sinaloa. Texto leído en el II Festival de la Literatura del Noroeste el 12 de noviembre de 2004 en Tijuana, BC)

Presentación de Nada y otros sueños, de Alfredo Barrios



Ediciones Mixcóatl
invita a la presentación de

Nada y otros sueños
de Alfredo Barrios

(Ganador del Premio Punto de Partida 2003 de la UNAM
en la rama de cuento breve)

Participan:

Marcelino Perelló
Guillermo Vega Zaragoza
y el autor


Modera:

Paco Pacheco

Viernes 26 de noviembre de 2004
19:30 horas
Centro Cultural Mixcóatl
Rembrandt 48,
Colonia Nonoalco-Mixcoac,
Del. Benito Juárez. CP 03700 México DF
Tel. 55 63 15 73

miércoles, noviembre 17, 2004

Invitación al vómito



Invitación al vómito

POR OLIVERIO GIRONDO


Cúbrete el rostro
y llora.
Vomita.
¡Sí!
Vomita,
largos trozos de vidrio,
amargos alfileres,
turbios gritos de espanto,
vocablos carcomidos;
sobre este purulento desborde de inocencia,
ante esta nauseabunda iniquidad sin cauce,
y esta castrada y fétida sumisión cultivada
en flatulentos caldos de terror y de ayuno.

Cúbrete el rostro
y llora...
pero no te contengas.
Vomita.
¡Sí!
Vomita,
ante esta paranoica estupidez macabra,
sobre este delirante cretinismo estentóreo
y esta senil orgía de egoísmo prostático:
lacios coágulos de asco,
macerada impotencia,
rancios jugos de hastío,
trozos de amarga espera...
horas entrecoratadas por relinchos de angustia.

Perdón a todo el mundo

Chequen este sitio:

Los que votaron por Fox deberían hacer algo parecido.

Reunión de bloggers en el DF

(Para más info, haz click en la imagen)

martes, noviembre 16, 2004

La pesadilla de todo lector

"Lo que no se ha dicho es que con la pluralidad de discursos nace un despotismo aterrador. Sí: el hipertexto no es el primer texto sin autor, sino con infinidad de ellos. Me retracto: el hipertexto es la pesadilla de todo lector."

Tomado de [m][i][g][u][s][t][o][e][s][@][g][m][a][i][l][.][c][o][m] (http://www.juanreyna.blogspot.com)

Convocatoria Concurso de Cuento Navideño Electrónico y Súbito 2004

---------- Forwarded message ----------
From: Gerardo de la Torre emilioge@yahoo.com.mx
Date: Tue, 16 Nov 2004 11:56:40 -0600 (CST)
Subject: Convocatoria cuento navideño

Amigos de cualquier sexo:

Va nuestra an(u)al convocatoria para el cuento navideño y el güisqui.
Difúndanla y participen.
Saludos,mf, lm y gt.

Editorial Ficticia, Fábrica Literaria Leo Mendoza y Fundación gt

C O N V O C A T O R I A

Concurso de Cuento Navideño Electrónico y Súbito 2004

B A S E S

1. Podrán participar quienes logren hacer llegar un cuento de tema navideño, con extensión no mayor de ocho mil caracteres con espacios (unas cinco cuartillas; los trabajos que rebasen esta dimensión serán descalificados) a cualquiera de las siguientes direcciones electrónicas:
marcial@ficticia.com
leomen1@yahoo.com
emilioge@yahoo.com.mx

2. Los textos, identificados con el nombre del autor, deberán enviarse a más tardar el 12 de diciembre de 2004. El jurado emitirá su fallo en el término de una semana y la premiación se llevará a cabo el jueves siguiente (seguramente 23 de diciembre) en una buena cantina narvarteña.

3. Se otorgarán tres primeros lugares. Consistirá el primer premio en una botella de muy buen güisqui y un lote de libros. El segundo, una botella de vino blanco espumoso y un segundo lote de libros. El tercero, dos botellas de la afamada cerveza Guinness y el correspondiente lote de libros.

4. La cuenta en la cantina correrá por cuenta de los consumidores, trátese de vinos y licores o de bebidas tristes como café y refrescos.

5. Con los textos galardonados y los finalistas, publicaremos en Ediciones Ficticia (gracias en buena parte a los donativos que deberán hacerse llegar al intachable Gerardo de la Torre -teléfono 5530 7174 enla ciudad de México-, quien entregará pormenorizadas cuentas del proceso) un pequeño y decoroso libro. Los autores publicados y los donantes tendrán derecho a recibir ejemplares.

6. Los casos no resueltos en esta convocatoria serán decididos por los tres miembros del jurado (uno por cada entidad convocadora).

México, D. F, a 16 de noviembre de 2002.

Marcial Fernández - Leo Mendoza - Gerardo de la Torre

Más claro ni el agua...


"Si te das cuenta, don Ramón le tiene cariño al chavo porque sabe que es su hijo. Por eso a la Chilindrina le cae gordo y se aprovecha de él; porque sabe que es su medio hermano. Pero lo más cabrón es que el profesor Jirafales está casado y doña Florinda es sólo su amante. No te das cuenta de que llega a coger nada más, por eso saca al Quico. Además de que está enamorada de don Ramón, pero no anda con él porque es pobre y ella es una arribista".

Un amigo, teorizando sobre el programa más interesante de la TV mexicana. "

("Hipervínculo 6", tomado del libro Entropía, de Ivan Farías)


De Posías Malías, de Ernesto Moncada

Panochoxtli

Todas las noches
(que puedo y que hay chanza y que tengo feria)
Le rindo tributo a mi diosa panochuda
La mera mera
La namberguán
La que rifa y controla
Le prendo velillas petochas e inciensos de copalín
(que además disfrazan el humo de los tanquesones)
Le sirvo una copa de vino
(en la única copa efectiva que tengo)
Brindo por ella
(con el único merlot que pude comprar)
Le deseo buena salud
(y que sigas tan buena mañana y siempre)
Le festejo su sonrisa
(que me enloquece tanto como un ocho lavadito y nomás pa? mí)
Le piropeo su cabello
(incluyendo los pelitos que se me quedan atorados en los dientes)
Le doy mi tumpa-tumpa como ofrenda
(con mi mete-y-saca como cushío)
Le cuelgo mis sueños en su manto sagrado
(chonitos lilas y calcetas al tobillo)
Le prometo mi fidelidad absoluta
(por esta que sin tocar madera)
Le chuleo una eternidad a mi lado
En mi cama
Todos los días
Todas las noches
Y sin condón
(pero sacándolo antes por si los poderes divinos te fallan)
Y primero las damas
(exprímeme el deseo de tenerte como cobija)
Las veces que me exija
(tengo minotauros austriacos en el refri)
De la manera que ella ordene
(tenemos canales porno en la tele)
Diciéndole lo que quiera
(la verdad medio falseada y mentiras medio ciertas)
Adorándola hasta que ella misma me corra de su Edén
(donde jamás seré un ángel de cualquier manera)
Rindiéndole culto cuando la luna alborota a los amantes que se extrañan
(que se remorean sin control)
Por el resto de las desveladas que me encuentren al amanecer.

Güebsalcóatl

Mis güebos son azules y brillan en la obscuridad
Chécalos
Wachalos
Trátalos bien, no los mallugues
Duros amanecen cuando sueño con las otras,
pero sólo me duelen cuando despierto contigo.

Mis tanates cuelgan felices en medio de mis canillas
Peludines
Cafesones
Cuidados con esmero: nunca greñudos, perfumados con regularidad
Conmigo van a chambear ocho horas de comezón claustrofóbica,
donde se aburren encerrados y extrañan tus nalguitas;
anda, táchame de lépero para lengüetearte mi adoración.

Testing testículos tomando testosterona
El saquito donde guardo mi herencia generacional es tuyo
Las albóndigas de un estofado futurista
Mi futura dinastía en dos cápsulas amigas
Todas tuyas, incluyendo los batallones de nadadores que cargan
Capitana, generala, amazona
Aquí su Vaginad manda
La castración es la única garantía contra la calvicie
Asi que rezaré porque me aceptes como tu fiel amante pelón.

Campaneando los gerbaceos voy a la guerra
Mis enemigos son aquellos armados como yo
Cualquiera interesado en profanar tu templo sagrado
¡A macanazos contra el infiel!
¡Que huelan mi eco ambarino en las escalinatas!
¡Dentro y fuera de las cantinas!
¡Por donde pretendan acercarse!
Monda vigía
El cíclope que nunca duerme vela por ti.

Mis pelotas quieren ser mimadas
Peluqueadas
Chuleadas
Porque son soldados gemelos
Responsables de cargar el cañón venuo
Frágiles en combate
Víctimas del frío invernal
A tu lado están siempre calientitos
Tu castillo vigilarán hasta el fin del mundo
Dos pasitas velando tu eternidad
Un par de rocas enigmáticas sobre tu lápida.

Batoclavo

Sayito clavado
Mandilón por herencia
Fanático del apapache
Yunqui de la manita sudada
¿A dónde la llevas esta naira?
¿A dónde te la robas este beviernes?
¿Te la vas raptar hasta el sábravo?
Debes traer ?agarrar terreno? rebotando en tus paredes calenturientas
Consideras movies y tacos como posible cortejo
Práctico y baratón, eso que ni qué.

Así que lava la ranfla y plancha tus mejores tramos
Engorda la cartera con un ciego feriado
Pégale un llegue al bolso de la jefa
Aplaca la greña y perfúmate los sobacos
Ponte loción y sácale brillo a los papos
Cepilla bien el calcio que da brillo a tus pinocheadas
Llevas las armas necesarias pa? que se haga la machaca
Corachón machacao plachenteramente
¡Córrele por tu calentadón semanal, fierro!
No llegues tarde
Pretextos no le faltan para taconearte el orgullo
Si con una carita enmulada caes redondito
Cuadradito y triangular
Asimétrico como tu neo machismo
Extraviado en una patología adictiva
Limosneando un poquito de chichita.

Bien sabes que nomás abra la puerta
y te arroje una migaja de chulada,
te sabrás bienvenido al departamento
de Ya Valiste Verga
Ella es tu punto más débil
Tu línea más clara
La resistencia de tu arquitectura
Llevas este mandil de estandarte
Esclavo de profesión
Imán de sus caprichos
Esponja de todos sus problemas
Guarura, chofer, manager, secre, biggest-fucking-fan
Súbdito multiusos gratuito.

¿Quiere cenar en un lugar donde pagas con hipoteca?
¿Te exije masajitos y besos tronadores frente a la raza?
¿Se le antoja ir a la playa cuando andas agripado?
Sácate un ojo para entretenerla con la rutina cómica sobre mimos tuertos
¡Dale lo que pida, pues!
Tiempo cristalizado
Apoyo mongoloide
Lealtad bucólica
Un cotorreo libre de chingaderas
Cero bulchit
Nada de crápula
No son pareja de importancia histórica
No son protagonistas de ninguna epopeya, telenovela o disputa entre dioses
Acepta tu jodida condición:
eres de ella y que chilo y se acabó.

(Poemas leídos en el II Festival de la Literatura del Noroeste, en Tijuana, BC, el 12 de noviembre de 2004)

Ernesto Moncada (narrador, poeta y ensayista). Nació en el DF, creció en Sonora y vive actualmente en Phoenix, Arizona. Ganó Premio Nacional de Cuento Abigael Bohórquez 1997 con Siete pares de ojos y el Concurso del Libro Sonorense 1998 con su novela Cayendo.

¡Felicidades a Magda!

Felicidades a Magda Díaz y Morales porque su blog fue nombrado el "Blog de la Semana" en Blogs México.

Enhorabuena amiga. Muy merecido reconocimiento a tu disciplina, talento y amor por las letras.

lunes, noviembre 15, 2004

La generación literaria del chat


Por Rubén Rivera Sinaloa

En este momento, ¿quién se ha dado cuenta de que estamos en el siglo XXI? Es necesario preguntarnos por ese futuro nuestro lleno de tranvías plateados, aire limpio, artefactos tecnológicos superavanzados que Héctor Lechuga utilizaba para dispensar salsa verde. Todavía estamos esperando a los braceros gringos. Pero eso no importa, como decía Víctor Luna: el futuro es más ilusorio que una cerveza gratis en una cantina. Ese futuro que nos prometieron hoy, en el siglo XXI, acomete una preteridad tan triste que nos hace pensar en la imposibilidad del chat: el hombre -y esta es otra cita de Víctor Luna- nunca ha podido comunicarse; sus diálogos son más incoherentes que los de los borrachos. Estamos condenados, como Hamlet, a un largo monólogo. Y Máximo Pacheco, hermeneuta profesional, recomendaba espiar a esos filósofos que parlotean sobre el ser y la nada de café en café.

La importancia del chat radica en el rescate del arte de la escritura. Les regaló una predicción: en los años que vienen -y el que tenga ojos que vea, y el que tenga oídos que escuche- la literatura, sobre todo los versos, será escria por demasiados (penintenciagite Lautréamont).

Un filólogo borracho tuvo un hijo. El pequeño creció. Entonces le dio por hacerla de poeta porque se había caído de la cuna. A todas las palabras les encontraba orígenes fantásticos; por ejemplo: a la palabra huevón, afectando idiosincrasias gramaticales, le encontraba no se sabe qué impío significado semejante a güevón; es decir, poeta. Pero el omelette no se le acompletaba (aclaro, es otra cita: el poeta Gilberto Cabanillas afirma: "Se necesitan dos huevos para guisar un omelette"). ¿Qué tiene que ver un omelette con Internet y la literatura? Que nuestro poeta descendiente de filólogo le encuentra, agregándole una "r", un significado parecido al correo electrónico.

Ahora me pregunto: ¿cuánto tardará en aparecer el Choderlos de Laclos de la generación del chat? Permítanme contestar: en cuanto el lenguaje del chat se depure; casi al mismo tiempo en que los guijolos fumen, aparecerá entonces un escritor de esa talla y la literatura privada de los bloggers podrá ser compartida con los lectores comunes.

Si el lenguaje es propiedad del pueblo, la masa, los internautas, esta responsabilidad tenemos como poetas con pedigree: salvar a la literatura de los cibernautas y de los ciberasnos con alas que no saben volar. No es posible traducir a Homero o al Qujiote a esa jerga horrible que hace de la K el prototipo del poder sintético de la lengua española. La literatura y el libro, como la cerveza y el tarro, son un complemento tan natural que ni el chat ni el correo electrónico podrán suprimirlos. El chat seduce por lo inmediato. El hombre está tan solo que una carta escrita a cada segundo por diversos remitentes implica compañía, popularidad, amor. Estamos tan necesitados de amor que hemos inventado el cibersexo, la ciberpoesía, y pronto reconoceremos que existe ya la cibermuerte. De la ciberestupidez no sé nada; no es mi fuerte.

La inmediatez del chat condena a su literatura al limbo del periodismo, este periodismo particular, propio de tres o cuatro, o cuando mucho cinco, que necesita de noticias escandalosas, pornografía barata y notas sobre ovnis. La gran literatura no necesita de grandes adelantos tecnológicos. Gutenberg y sus letras de madera ríen. Inventen de nuevo algo semejante en importancia a la pluma y el papel, entonces podrá empezarse una literatura: la pluma con la que el hombre escribe se parece aún a la pluma con la que el ave vuela.

Dice Mario Anteo: "La Red está llena de navegantes que perdieron la brújula y ahora viajan sin rumbo y sin recordar la finalidad de su partida". Estos Ulises sin Ítaca ni Penélope no tienen razón para su viaje, no son viajeros de verdad: están extraviados, son fugitivos de la imaginación y de la vida; su viaje se resuelve en una especie de voyeurismo invertido: quieren ver escribir y verse escribir para tener la certeza de que aún no se pueden comunicar con el otro, el que nos da "plena existencia2, como dijo el poeta Octavio Paz.

Indudablemente la Red influirá en el estilo literario, pero será en el de la generación del chat, aquellos escritores (porque tenemos que reconoce que la generación del chat eppur scribe) que quieren la libertad a pesar de sacrificar la inteligencia.

(Texto leído en el II Festival de la Literatura del Noroeste, en Tijuana, BC, el 12 de noviembre de 2004)

Noticias desde TJ

Pues nada, que fui al II Festival de la Literatura del Noroeste en Tijuana.

Contra lo que algunos hubieran preferido, la onda estuvo muy bien (claro, las cosas siempre pueden estar mejor, pero se aprende de los errores).

Además de las interesantes ponencias, lo que más me gustó fue el conocer a muchos colegas que sí toman la literatura en serio y que no se las andan dando de chicos malos para tratar de llamar la atención.

Si alguien por ahí se molestó porque no lo invitaron, la razón era muy sencilla: se invitó a ESCRITORES, es decir, personas con obra publicada en forma de libro -aunque hubo espacio para los jóvenes aún no publicados- y con reconocimiento válido (no, los comentarios en el tagboard todavía no se pueden incluir en el currículum, y afortunadamente, el blog aún no alcanza el status de género literario, así que ni modo).

También me di cuenta de que acá en el DF sabemos muy poco de lo que están haciendo allá y que ellos tampoco saben mucho de lo nuevo que se está haciendo acá. Es más: a veces los de Tijuana no saben lo que hacen los de Sinaloa y éstos no saben lo que hacen los de La Paz y éstos están más aislados que nada.

También entendí una cosa: la verdadera y valiosa literatura del noroeste NO ES LA QUE ESTÁ SÓLO EN LOS BLOGS (afortunadamente).

Así, me traje un tambache de libros de los colegas que estaré leyendo en breve:

- Maaso buiquim. Sones de Venado (poesía) y Encuentro con Baa´ri Seegua (fotografía), ambos de Rubén Rivera Sinaloa (de, obvio, Sinaloa).

-Encallar la luz, de Marta Piña Zentella (de La Paz, BCS).

- Los secretos del rostro (novela), de Ruth Sánchez Morales (de Sinaloa)

-Cayendo (novela), de Ernesto Moncada (de Sinaloa, avencindado en Phoenix, Arizona)

- Los pajarracos (teatro), de Ernesto García Núñez (de Sonora).

- Cástulo, no te hagas bolas (novela), de Miriam Vivian (de Sonora).

- Testigos de cargo, de Gabriel Trujillo Muñoz (de Mexicali)

- Sobredosis, Streamline 98 y Me ves y sufres (cuento), de Mauricio Bares (del DF, pero con muchos cuates en TJ)

-Un par de números de la revista Textos, de la SUNTUAS Académicos de la UAS (donde ya he colaborado y donde por cierto en el número 14 apareció un ensayo mío que ni me acordaba que lo mandé). Allí colabora Francisco Meza, entusiasta escritor joven de Sinaloa.

-Ejemplares de las revistas Los Centauros (de Culiacán), Bulbo Press (de Tijuana), Preludio (de Sonora) y Literal (de Difocur Sinaloa, donde por cierto aparece un cuento de mi amiga Isabel Lorenzo).

Además se presentó Oído Sordo, revista objeto de pluralidad cultural, con un diseño muy interesante e innovador. Pueden visitar su sitio web.

Hubo algunos otros libros que no pude comprar porque se me acabó la lana, pero espero conseguirlos luego.

Además, conocí a lo más granado de los bloggers de TJ, empezando por el siempre sonriente Rafa Saavedra, el terrible Heriberto Yepez, la bella e inteligente Mayra Luna, a la enigmática Amaranta Caballero (a quien nomás vi de lejos), al inquieto Julio Alvarez (el temible Chamuco), a la simpática y culta Vianett Medina (que andaba muy ocupada con su stand de la Librería Sor Juana), y a Sylvia Aguilar (que en realidad es de Sonora).

Para los que quieran echarle un vistazo a los textos de las ponencias y las lecturas que se hicieron durante el festival, pueden bajárselos desde este enlace. Es un archivo ZIP, así que necesitan descomprimirlo con el programa Winzip.

En los próximos días estaré posteando algunos textos, de entre los que me parecieron más interesantes para que se vayan dando un quemón.

Saludos a todos los cuates del noroeste. Nos seguimos leyendo.

Ecos de lo indecible en Veracruz

Dos titanes se saludan:
El Indecible con el Tiburón Yepez,
luego de la presentación del libelo del primero en el IVEC hace un par de semanas
(nótese el letrero demoniaco y autoexplicativo de la playerita del Tiburcio)

"LA LITERATURA ES UN CAMINO DE EXPLORACIÓN Y BÚSQUEDA QUE SE CIERRA CUANDO EL LECTOR LA CONOCE"

.
El suertudo Indecible, flanqueado por puro talento y belleza

Presentó Antología de lo indecible

"LA LITERATURA ES UN CAMINO DE EXPLORACIÓN Y BÚSQUEDA QUE SE CIERRA CUANDO EL LECTOR LA CONOCE": GUILLERMO VEGA ZARAGOZA

A pesar del título, Antología de lo indecible, es el primer libro de cuentos, que van de la carcajada al escalofrío, de Guillermo Vega Zaragoza, quien se revela como un "cuentista de imaginación tan intensa que de inmediato convierte a sus interlocutores en personajes", dijo la escritora Josefina Estrada, cuando lo presentó anoche en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

El autor confesó que su libro no es un tratado de misoginia, ya que me han dicho que dejo "mal paradas" a todas las mujeres que aparecen en las historias, más bien "creo que la literatura ayuda a desentrañar a uno mismo, es decir que es un camino de indagación, exploración y búsqueda que se cierra cuando el lector la conoce".

La escritora Mónica Brozón opinó que los mensajes de esos cuentos siempre vienen cargados de lucidez e ironía, por medio de una escritura inteligente, demostrando así que Vega Zaragoza es un escritor de tiempo completo y, sobre todo, muy simpático.

Mónica Lavín, autora de varias novelas y cuentos, dijo que el autor de Antología de lo indecible conoce bien el oficio de cuentista, aunque también necesita de la provocación para ensartar al lector, rehuyendo de la solemnidad y prefiriendo la ironía y el humor. "Heredero de las enseñanzas chejovianas, de los callejones sin salida de Joyce y los silencios de Carver, los personajes femeninos de sus 14 cuentos no dicen lo que tienen que decir, sino que hay algo que a los lectores nos toca descifrar", afirmó.

Indicó que el periodista, narrador, crítico literario, poeta y profesor universitario presenta recursos, maneras y tonos distintos en su primer libro de cuentos, los cuales una vez leídos hacen que no volvamos a ser los mismos.

Estrada apuntó que los cuentos de Vega Zaragoza son de diversa temática y estructura, pero el sentimiento que hermana a los personajes es la búsqueda del amor y no del sexo. "Si a un autor se le puede querer por lo que escribe, Guillermo Vega Zaragoza conseguirá muchos amores", aseguró, sin antes advertir que este libro difícilmente se podrá encontrar masivamente en los supermercados porque su lectura es solamente para unos cuantos.

Ecos de lo indecible en Bellas Artes

De: "Rafael Furlong" rfurlong@itesm.mx
Fecha: Fri, 12 Nov 2004 22:37:04 -0600
Asunto: Comentario a Lo indecible en Bellas Artes

Hola, Guillermo y demás colisteros!

La presentación de Guillermo fue envidiable: Rodeado de mujeres inteligentes y muy atractivas -el cabello largo, grueso, negro y brillante de una de ellas era extraordinario- quienes no sólo comentaron su libro sino que nos regalaron a los asistentes con una lectura en atril bien hecha.

Me dio gusto conocer a Guillermo (tenía una contagiosa sonrisa de satisfacción imborrable) de cuya trayectoria quedé gratamente impresionado.

La Sala Adamo Boari en donde se llevó a cabo la presentación, es angosta, con piso de madera y cuadros sobre las dos paredes laterales; es una sala larga, bien iluminada y acogedora. Me agradó el sitio; además tiene un cierto carácter de vanguardia no bendecida por los Mecenas oficiales -se encuentra en lo que parece haber sido un sótano- que la hace atractiva.

La franqueza de Guillermo al hacer diversos comentarios le dio a la reunión la atmósfera cálida que hace tan agradable una buena reunión de amigos.

¡Ojalá que se animen a leer la antología de Guillermo! Salvo el cuento del Ángel, todos los demás me permitieron acercarme a los personajes como si fuesen de carne y hueso.

¡Gracias, Guillermo!

Saludos,
Rafa.

miércoles, noviembre 10, 2004

Presentación El Minutero de Denisse Zúñiga

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Editorial Anónimo Drama,
la Fundación para las Letras Mexicanas y
la Compañía de Teatro El Minutero
invitan a la Presentación del libro
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El Minutero
de Denisse Zúñiga
.
Jueves 18 de noviembre de 2004
17:00 hrs.

Liverpool 16
Col. Juárez,
cerca del metro Cuauhtémoc.
Tel. 57030223
.
Coctel, vino de honor y música.
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Al finalizar tocará Libre Albedrío
con composiciones de Jonathan Rojas.

martes, noviembre 09, 2004

Boletín del CONACULTA sobre lo indecible

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Editado con apoyo del Fonca

PRESENTARÁN ANTOLOGÍA DE LO INDECIBLE,
TEXTO DE GUILLERMO VEGA ZARAGOZA

Plan C Editores, es una empresa cultural fundada en marzo de 2001 por un grupo de escritores, traductores, especialistas de las artes gráficas y de la comercialización del libro, con el propósito de que la literatura de creación y el libro artístico, científico y universitario continúen en México su prestigiosa tradición.

Gaëlle Le Calvez, miembro del consejo editorial, integrado por Bernardo Ruiz, Gerardo de la Torre, Jaime Augusto Shelley, Facundo Burgos, Ignacio Ruiz y Gonzalo Álvarez del Villar, comenta en entrevista que la idea de fundar esta editorial "nació cuando, ante el escaso interés de las grandes editoriales con matrices en el extranjero, preocupadas principalmente por publicar literatura ligera y poco original, decidimos entonces buscar una opción para difundir escritores de calidad con libros bien hechos, bien presentados y durables".

Plan C Editores recibió apoyo del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales del Fonca para la realización de cinco libros, entre los que se encuentra Antología de la indecible de Guillermo Vega Zaragoza, que será presentado este martes 9 de noviembre a las 19:00 horas, por Mónica Lavín, Mónica Brozon y Josefina Estrada, en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Le Calvez señala que se abocaron a esta empresa editorial "debido a la nostalgia que sentíamos por las editoriales mexicanas de los años sesenta y setenta, que contaban con un espacio editorial definido por una propuesta de autor. Nos interesaba la idea de editar libros profesionales hechos con placer artesanal y encontrar lectores que comprendieran que una lectura literaria no está distanciada de la amenidad".
Algo que los llevó a concretar esta empresa "fueron los sobretiros de las grandes editoriales y el descuido del derecho de autor, además de la posibilidad de reunir nuevos y experimentados editores con profesionales del diseño y la distribución".

La editorial publica autores literarios universales y nacionales con énfasis en los más recientes escritores de México, los cuales son invitados a participar con base en una selección de propuestas al consejo editorial, cuyos integrantes buscan un tono original y la posibilidad de difundir voces que amplíen el panorama de la literatura de nuestro país.

Plan C Editores, es más que una colección alternativa, una alternativa de lectura, comenta Gaëlle Le Calvez, quien reconoce como uno de sus principales problemas "la falta de liquidez, lo cual nos impide una periodicidad de publicación y nos dificulta la identidad editorial. Nuestro reto ha sido lograr permanecer en el mercado, pero lo hemos conseguido en nuestros tres años de existencia sin perder de vista los principios con los que comenzamos a publicar".

Dentro de la Colección La Mosca Muerta han publicado obras de Gonzalo Álvarez del Villar, Antonio Malpica, Bernardo Ruiz, una antología de narradores contemporáneos de Québec, aparte de obra de Emiliano Pérez Cruz y una antología sobre cuentistas contemporáneos mexicanos, entre otros.

Lo indecible en La Jornada

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Guillermo Vega Zaragoza es autor de Antología de lo indecible

Invocación del humor para desnudar lo solemne

Por FERNANDO CAMACHO SERVIN

Aparecido hoy martes 9 de noviembre de 2004en La Jornada


Un manual para atrapar ángeles y fornicar con ellos, la verdadera pesadilla de Dante Alighieri, y la crónica de un suicidio misterioso desde distintos puntos de vista son dos historias cuyo común denominador es el humor, el guiño burlón frente a lo oscuro y lo solemne.

Ese es el mundo del poeta y cuentista Guillermo Vega Zaragoza en el que se zambulle, acompañado de demonios, personajes desesperados y absurdos cotidianos en su más reciente libro, Antología de lo indecible.

El volumen, que podría considerarse como un disco de ''grandes éxitos", reúne cuentos escritos entre 1986 y 2002. El autor insiste en desnudar la barroca tendencia de la sociedad mexicana de esconder la verdad, de enmarañar con palabras lo que considera cuestionable.

Ironía, arma literaria

Por la forma en que mira y habla, Guillermo Vega no logra ocultar del todo eso que considera parte de su naturaleza: la lucha de contrarios complementarios entre el bien y el mal, la gravedad y la carcajada, la seriedad y el relajo.

''Me gana la risa cuando me trato de poner serio. Antes yo peleaba con eso; quería ser como Borges, pero creo que mi voz es distinta.

''Utilizo el humor, la ironía, el sarcasmo, que son las armas más atroces que tiene la literatura. Muchas veces las letras mexicanas han sido de guantes, de ponerse la corbata, todo muy solemne; todos pontificando desde su parnaso."

Poniéndose en los zapatos de los más diversos personajes -un niño maltratado, un grupo de treintañeros que se van de juerga, un posible hombre lobo o una mujer torera- el cuentista baja la guardia al lector con prosa sencilla y ágil, ''antes de soltarle el guamazo", en su exploración de la parte oscura de las personas.

''En la mayoría de cuentos busco desentrañar el misterio, explorar esas cosas que aparentemente no se deben decir. Por ejemplo, fornicar con un ángel, que es hasta cierto punto blasfemo, o eso de preguntar '¿cuál es la peor chingadera que has hecho en tu vida?'
''Cada cuento tiene eso y el primero del libro se pregunta lo más indecible; ¿qué diablos quieren las mujeres?"

Catorce cuentos

No obstante ser un escritor realista, lejano a la ''imaginación pura" de la ciencia ficción, Vega se desenvuelve muy bien en el terreno literario de lo fantástico, como lo demuestra su libro, que reúne 14 cuentos publicados en La Jornada Semanal y en suplementos y revistas culturales.

Antología de lo indecible, que obtuvo mención honorífica en el premio Efraín Huerta 2001, se presenta hoy a las 19 horas en la sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Dos libros de Mónica Brozon en la FILIJ




Noticias del Crack


En la nueva revista Replicante (toda ella de lectura altamente recomendable), dirigida por Roberta Garza y Rogelio Villarreal, aparece un amplio artículo de Manuel Aceves, célebre analista jungiano y director de la extinta Piedra Rodante, donde pone como lazo de cochino a Jorge Volpi, quien en su novela El fin de la locura, según dice Aceves, "juega al psicólogo, o mejor dicho, al narcisista inverso del autorretrato de Juan O'Gorman: un guajolote que se contempla gallo en el espejo y se pinta pavorreal, fascinado de su plumero airoso, hasta ahora a prueba de pantanos".

¡Zócalo! (como decían en las historietas de Capulinita)

De pura coincidencia, me encuentro en el libro Crack. Instrucciones de uso, precipitada autocelebración de los diez años de aparición del "Manifiesto del Crack", editada porMondadori, esta referencia al blog de Pedro Ángel Palou (página 246): con el premio Villaurrutia, "Palou parece tener asegurado con justicia un lugar entre la narrativa mexicana de principios de siglo; como ejemplo de su voluntad de renovación se recomienda www.pedropalou.blogspot.com, su diario cibernético en Internet".

Pues su voluntad no ha de ser mucha, porque desde el 28 de marzo no postea nada.

domingo, noviembre 07, 2004

Los 300 de Arena

Sin desperdicio el número 300 del Arena de Excélsior (http://www.suplementoarena.com)

Felicidades a Miguel Barberena y a todo el equipo que participa en la confección del suplemento, que ha resistido, contra viento y marea, a los embates de la incertidumbre, y que se ha convertido en una de las publicaciones culturales más vivas y plurales que circulan en la actualidad.

Para muestra dos botones:

- Una entrevista al talentoso Edgar Omar Avilés.

- Una crónica de Eve Gil sobre el Encuentro de Escritoras en Guadalajara.


Generación de los 70 (V)

Edgar Omar Avilés: Otros mundos

Por José Luis Enciso


Pocos escritores jóvenes en México, nacidos en los la década 1970-1980, han destacado como Edgar Omar Avilés (Morelia, Michoacán, 1980), antes de publicar su primer libro. Él lo ha conseguido gracias a que ha mostrado una infrecuente habilidad -cuyo futuro se advierte en maestría- en la escritura del cuento. Así lo avala una decena de premios literarios que ha obtenido desde 1997. El más reciente ha sido internacional: el Premio Binacional México-Quebec de cuento.

Aunque no puede considerarse un escritor inédito porque sus cuentos han aparecido ya en los más importantes suplementos culturales de periódicos mexicanos, y también en la reciente edición de Los mejores cuentos mexicanos edición 2004 (Joaquín Mortiz, 2004), todavía no ha visto su obra publicada en un volumen propio. Él sabe que es difícil encontrar editores dispuestos a publicar libros con dos agravantes: que sean de cuentos y de autores jóvenes. Aun con calidad, resulta complicado. A ello se debe su constante participación en concursos de cuento, así se ha dado a conocer.

?Soy un escritor joven -explica a Arena-, sin palancas, que escribe textos donde la fantasía prima- y la fantasía no suele ser vista con bueno ojos por la ?intelectualidad?. Creo que necesito algún empujón para dar a conocer mi obra y los concursos son una manera de hacerlo. Tengo algunos cuentos muy queridos, en los que también me he puesto por entero. Ésos, por dislocados, lo sé, nunca ganarán un concurso. Así son las cosas: que los cuentos que saquen algún reconocimiento ayuden a los que no lo sacarán. Pero un concurso, en sí, no hace mejor ni peor a un cuento.

Hay en tu obra una especial atención a los textos breves, en especial a las minificciones, ¿prefieres este subgénero a los otros?

Me parece interesante, pero tan interesante como lo puede ser cualquier otro género -aliento, mejor dicho- de la narrativa. Creo que me he topado con algunas historias que requieren de la brevedad para su eficacia.

¿Qué entiendes por eficacia?

Llevar al mejor fin posible, tanto en desarrollo como en conclusión, un cuento, una historia, una idea. A mi parecer, en el caso de los cuentos cortos con final ?sorpresa?, hay al menos dos ideas que al final chocan para crear el impacto ?sorpresivo?. Algunas veces una de esas ideas se sostiene en una idea simple, en un rasgo de ingenio, en una truculencia, en una paradoja o hasta una idea genial e incatalogable (no es mi caso). Muchas veces, si se extiende la idea o si se buscan nuevas vertientes metiendo más ideas, puede suceder que el lector se dé cuenta de lo que justamente el autor quiere ocultar o que las ideas nuevas metidas en el cuento resten fuerza a las principales. Cualquiera de lo anterior hará que el cuento termine siendo un monigote sin fuerza, fláccido. En otras palabras: el cuento (la historia que se relata) va pidiendo su tamaño, su ritmo, su aliento, para lograr eficacia; va exigiendo quitar cosas para que no ensombrezcan a las principales o pidiendo que se le pongan nuevas ideas o vertientes de apoyo, ya sea para enfatizar o para desminuir (ensombrecer) alguna de las ideas principales. Claro, hay talentos, y no faltará quien pueda hacer de la premisa de un cuento corto un excelente cuento largo o novela, pero, justamente por esto, pasará a convertirse en otra cosa muy distinta: una novela o un cuento largo.

¿Qué pretendes como escritor?

Contar historias y proponer mundos. Este mundo, ?el real?, no me gusta.

¿Qué autores lees y de quiénes te sientes más cercano?

Entenderé por cercano algo parecido a ?influenciado?: en México autores como Hugo Hiriart, Alberto Chimal, Emiliano González, Carlos Fuentes. Extranjeros: Kafka, Borges, Sartre, Phillip K. Dick, entre otros.

Eres conocido como cuentista, ¿piensas incursionar en la novela?

Sí, claro. He tenido un par de conatos de novelas, pero no han resultado. No veo por qué no (escriba novelas): hay un par de historias que tengo en la cabeza que requieren un aliento más largo, más que nada porque necesitan un desarrollo de personajes más intrincado.

¿Qué relaciones hay entre otras disciplinas-pintura, música- en tu obra?

No soy un conocedor, pero me inspiran pinturas de Remedios Varo, de Francisco Toledo, Magritte, Beksinsky, Jacek Yerka o Dalí. Cuando corrijo un texto tengo un método: busco una canción que me ayude a ponerme en el estado de ánimo que el cuento precisa y la repito una y otra vez cual disco rayado.

¿Entre tus contemporáneos (escritores nacidos en los setenta-ochenta), a quiénes conoces, de quiénes te gusta su trabajo?

Algunos de ellos son Alberto Chimal, Gerardo Sifuentes, BEF, Sergio Monreal, Guillermo Vega, Iván Cruz, Marcos García Caballero, Guillermo Ríos, Rod J. M., Arturo Morán.


¿Qué tendencias hallas en la literatura producida por gente de tu generación?

Creo que hay de todo, pero duele que predomine tanto el realismo descarnado, ese que versa sobre la sinrazón de la vida. En la mayoría de esos casos creo que hay renuencia, tal vez exceso de prudencia, a innovar, a hacer algo que el ?canon? no acepte como literatura. A su vez hay quienes descuidan mucho la forma en aras del fondo o viceversa.

¿Qué opinas de las publicaciones en internet?

Mi opinión es buena; internet arranca, aunque sea un poco, el monopolio de las grandes editoriales y de las limitaciones económicas. Lo malo es que, como cada quien publica lo que quiere sin mayor control de calidad, sólo un porcentaje muy reducido vale la pena.

¿Cómo ves el panorama editorial actual, específicamente en cuento?

Un poco triste. Como desde siempre, la gente no lee y si lo hace es una novela de superación personal o un best-seller. Las editoriales lo saben y como la mayoría funciona como una empresa, pues rechazan los cuentos... a menos que el autor tenga tanto renombre que por sí mismo pueda asegurar la venta de sus libros, independientemente de calidad y propuesta.

¿Qué papel juega la televisión, el cine, la internet, como fuentes de información para tu obra?

Mucho. De la televisión me marcaron, entre otras, series como Dimensión Desconocida o Los Pitufos. En el cine, películas como Leólo o Los Amos del Tiempo. De internet he bajado cuentos a los que de otra forma no tendría acceso, he leído ensayos y conocido a gente del medio literario. En otro orden de ideas: la velocidad, el predominio de las imágenes y el ritmo de los medios audiovisuales permean, para bien y para mal, en la mayoría de los escritores jóvenes.

¿Si tuvieras que redactar tus datos biográficos para la portada de alguno de tus libros, cómo lo harías?

Creo que es cursi: ?Edgar Omar Avilés, nacido en Morelia Michoacán en 1980, al cual, por no gustarle su mundo, prefiere buscar y crear otros.?

¿Qué opinas de los talleres literarios?

Aprendí mucho de uno coordinado por el escritor Alberto Chimal y del diplomado que cursé en la Escuela de Escritores de la Sogem. En un taller uno puede pulirse, atajarse camino, descubrir y corregir errores que de otra forma costarían el doble o triple de tiempo sanear. Sin embargo, creo que el verdadero taller literario es individual, es escribir y corregir tus textos, leer obras lo más diversas posible, conocer otras ramas del arte, frecuentar gente interesante, saber observar los detalles de la vida, etcétera.

¿Qué proyectos preparas actualmente?

Publicar un libro de cuentos que considero ya finalizado. Escribir más cuentos, retomar una obra de teatro para niños que dejé inconclusa y realizar un par de cortometrajes que tengo en mente.

¿Qué futuro ves en la literatura nacional?, ¿qué papel crees que jugará tu generación en ese escenario?

Las camarillas existen, los suplementos culturales son pocos, las editoriales trasnacionales se expanden voraces. En los autores nacidos en los años 70 y 80 hay muchos que están en esto de escribir porque en verdad aman la literatura, que escriben para expresar de forma contundente sus mundos, sus sentimientos y sus sueños. Eso es un gran aliciente.

Ahora, ¿qué papel jugará? No lo sé, tengo más deseos (?guajiros?) que conclusiones: espero que esta generación aprenda de las muchas virtudes, pero también de los errores de las pasadas; ojalá que crezca ya no tanto como grupos atomizados, sino como una generación que impulse las nuevas propuestas; que busque abrir espacios y crear nuevos; que intente hacer que la literatura y los libros en general ya no sean de una élite; que se aleje de verter críticas destructivas o complacientes; que no se deje llevar ciegamente por la línea que han impuesto los gurús de la literatura.

El blog de Edgar Omar Avilés puede consultarse en: http://rasabadu.blogspot.com/

En los anteriores entregas de esta serie quincenal : Gerardo Bloomerfield (IV), Julieta García González (III), Tryno Maldonado (II) y Heriberto Yépez (I).



Carta de Guadalajara

De cómo un encuentro de escritoras terminó en desencuentro con machos

por Eve Gil


El pasado VI Encuentro Internacional de Escritoras Inés Arredondo, efectuado entre el 23 y el 26 de septiembre, suscitó un par de insípidas notitas en los diarios de la ciudad sede, Guadalajara, y una que otra en los de circulación nacional. De hecho, el único que cubrió con seriedad e inteligencia dicho acontecimiento fue La Crónica de Hoy, a través de su editora de cultura, María Lourdes Pallais (que es, asimismo, una espléndida novelista aunque haya acudido en plan de reportera). Con tristeza constaté que nadie entendió el verdadero propósito de este encuentro: a la indiferencia manifiesta en un par de notitas de incómoda localización, perdidas en un maremagno de notas consideradas de mayor relevancia no obstante ser de índole local y no internacional -aunque uno de estos diarios, El informador, ?prestó? a unas edecanes que se apostaron en las mesas de análisis, con la intención, seguramente, de embellecer un ambiente de feas y frígidas académicas, de ?mujeres que saben latín, sin marido ni buen fin?, que, ¡oh ironía!, resultaron ser mucho más bellas y voluptuosas que dichas señoritas-, se suma la evidente ineptitud de los anónimos reseñistas para captar el mensaje principal de las magistrales conferencias de las maravillosas escritoras Ana María Navales y Alicia Steimberg (española y argentina respectivamente), ya no digamos las ponencias que iban mucho, pero mucho más allá de enaltecer la ?literatura femenina? por encima de la ?masculina?, como absurdamente destacaron algunos que confundieron una celebración del ingenio femenino con una asamblea de feministas rabiosas y castradoras. El lema del encuentro, que cada año tiene su sede en un país distinto (el próximo será en Galicia, España, la tierra de Rosalía de Castro), no insinúa en ningún momento que el tema a tratar sea la literatura femenina, por una razón muy sencilla: no existe tal literatura, por más que se hayan devanado los sesos para demostrarlo los detractores varones de este encuentro, ?tan desnudos de noticias?: la crítica de y para la obra escrita por mujeres, era el verdadero asunto a tratar. ?La literatura no tiene sexo -escribió Francisco Arvizu en su columna de El informador titulada ?La fosa y el péndulo?, suponiendo seguramente que descubría el hilo negro -. Primero, o es o no es (respecto a la mera redacción); segundo, hay únicamente buena o mala literatura.? Esta frase, que aparece como metida como con calzador entre notas sueltas relacionadas con la presentación de un libro, las declaraciones de un asesor del Centro Cultural Universitario y el derribo de árboles (esto último alarmante en verdad, pero nada que ver con el dilema genérico planteado por Arvizu), no hace mención al Encuentro de Escritoras, pero se publica justo cuando éste se está llevando a cabo, lo que nos hace sospechar que el titular de la citada columna repudia dicho encuentro. El que las escritoras y académicas se reúnan a hablar acerca de otras escritoras, por la simple y sencilla razón de que ningún crítico varón se ha molestado en abordar y estudiar la obra de las mismas (alguien tiene que hacerlo entonces, ¿no?, sobre todo si estas autoras se encuentran a la altura de los autores más laureados y son, no obstante, desconocidas), da pie a toda clase de suspicacias, malos entendidos y bromas de pésimo gusto.

El punto culminante de este evento lo marcaría la participación de los críticos varones. En lo personal, esperaba que éstos, como el resto de las ponentes (entre ellos mi esposo, maestro en letras mexicanas por la UNAM, que, de principio, supuse sería incluido en la mesa de los varones, cosa que no fue así aunque no tardaría en comprender por qué), analizara la obra de alguna escritora en particular, como hizo mi esposo; o que rindiera un enriquecedor punto de vista masculino acerca del quehacer literario de sus colegas mujeres, pero empecé a sospechar que la cosa iba por otro lado cuando un día antes de su participación en aquélla, la mesa más esperada, el escritor jalisciense Dante Medina (que por su extraño acento confundí con francés), que formaría parte de la misma, publicó en su columna ?Maneras de habitar el mundo?, también de El informador, los siguientes comentarios bajo el título (y dale) ?¿Existe la literatura femenina??:

?Ardua y sencilla pregunta. Ardua, si queremos entender lo esencial de lo-que-es-masculino y diferenciarlo de lo-que-es femenino. Sencilla, si nos parece de tan poca importancia que nos escabullimos respondiendo: ?es como es?, o ?es como todo?, o ?allá cada quien?(...) Pregunta:
¿Existe ?la literatura femenina?? Respuestas mexicanas. Respuesta 1: sí, pero no. Respuesta 2: puede que sí, aunque quién sabe. Respuesta 3: sea como sea, ni nos perjudica ni nos beneficia, sino todo lo contrario. Respuesta 4: eso depende de lo que cada quién entienda por ?literatura femenina?, ¿no es cierto? Respuesta 5: entonces, digo yo, pues, si es así, como quien dice ¿verdad?, que es como si dijéramos, a ver, primero nos vienen con que la ?literatura femenina? ¿y luego qué? No, chato, van a salirnos quesque con la ?literatura masculina?, y de ahí ya no paramos...?

Desconocía hasta ese día la existencia de Dante Medina, y me disculpo por mi ignorancia pues resultó ser uno de los escritores más becados y premiados de nuestro país; un genio, un tocado de los dioses, un descendiente de aquel cuyo nombre ostenta... un chingón, nos dijeron; ¡cuidado con él!, le advirtieron a mi despistado esposo, indigno de compartir el podio con aquél por estar más interesado en la investigación académica que en ser amigo de los señores que se reparten el queso; loado sea Dante, aunque su estilo cantinflesco me hizo albergar ciertas dudas: ya sabemos, de todos modos, cómo las gastan en el medio literario oficializado donde el talento es lo que menos importa. Al día siguiente de leer estos insólitos comentarios asistí a la mesa precedida por Medina y otros dos varones, al parecer académicos de la UAG, José Brú y Jorge Souza (también estaban programados Ildefonso Meza y Rogelio Guedea, y quienes, una de dos, o menospreciaron el tema, o rehusaron mofarse de las asistentes), en un auditorio que rebosaba de escritoras y estudiosas de la literatura.

El primero en hablar fue Medina, y lo que dijo, aunque pretendía sonar más dulce, más suave y todavía más ininteligible y capcioso que su comentario periodístico, fue, palabras más, palabras menos, que las únicas y genuinas escritoras de este mundo son las musas; que las escritoras, así como los escritores, obedecen al dictado de esas divinas tiranas, desnudas y de enhiestos pechos (un pelito le faltó para agregar: 90-60-90, con todo y el consabido ademán), por consiguiente, ?la literatura no tiene sexo?. A su discurso arjonesco, ya no cantinflesco, se sumó el del señor Brú que empezó diciendo que tenía cuatro hijas, ocho nietas, treinta tías y no sé cuántas mujeres más, con lo que pretendió, como se dice en el argot popular, ponerse el guarache antes de espinarse. Procedió a burlarse de esa nueva tendencia de incluir a las mujeres en el discurso (?ciudadanos y ciudadanas?, ?compañeros y compañeras?, etc.), con lo cual hubiera podido decir que estoy de acuerdo si no fuera porque eso no tiene absolutamente nada que ver con la literatura escrita por mujeres. Concluyó su intervención con una enternecedora revelación: ?he leído a Laura Esquivel y a Isabel Allende, y me encantan?. El tercer participante, Souza, algo más prudente, leyó una abalanza a dos personajes jalisciences, José María Vigil y el Padre Agustín Rivera, que abogaron por las mujeres con inclinaciones poéticas a finales del siglo XIX y llegó el primero de ellos a publicar una antología que nos hizo el infinito favor de titular 89 poetas de finales del siglo XIX, y no 89 poetisas, lo cual, de entrada, habla muy bien de él.

Fue el único que aportó, al menos, un dato valioso e interesante, del que los propios Medina y Brú debieron tomar nota. Todo es, a decir de estos dos señores, divino y encantador, un paraíso donde escritores y escritoras pueden deambular felices y desnudos, a sus anchas, alternando la jugosa manzana del éxito y las becas del Fonca. Los siglos de marginación que han dado origen a que las mujeres se dediquen a rescatar a otras que murieron sin haber recibido el reconocimiento merecido se esfumaron en ese instante, por obra y magia de Medina y Brú. Escritoras silenciadas, marginadas, humilladas y menospreciadas nunca han existido porque ellos así lo decretaron. Y mi palabra es la ley, diría el buen José Alfredo, que por lo menos no se molestaba en fingir que no era machín. Ergo: el Encuentro Internacional de Escritoras era una real idiotez y las mujeres ahí reunidas éramos unas histéricas que insistíamos en promover la obra de otras mujeres nada más por fastidiar a los hombres. Ya que ninguna de las damas presentes se atrevió a aclararles de qué se trataba la cosa y se contentaron con el cuento de las musas y las ochenta y nueve hermanas, tuve que alzar mi mano de mujer necia e impertinente, de uñas mordisqueadas y hambrientas de crema. Se me hizo entrega del micrófono y les hice la siguiente pregunta, realmente estúpida:

-¿Puede alguno de ustedes decirme cómo es que, si bien William Faulkner y Carson McCullers triunfaron al unísono y gozaron del beneplácito de la crítica de su tiempo, que los consideraba igualmente buenos, hoy todo el mundo conoce a Faulkner y ha olvidado a Carson?... ¿Por qué si se considera que los mejores autores que ha dado Austria son Thomas Bernhardt y Elfriede Jelinek, todos saben quién es Bernhardt e ignoran quién es Jelinek?...

¿Por qué en más de cien años de Premios Nobel, solamente nueve mujeres han ganado el de literatura?...

La respuesta nunca llegó, claro. La sigo esperando. Los caballeros se miraban entre sí, como preguntándose unos a otros quién era esa vieja greñuda (o sea, yo), de qué diablos estaba hablando, quiénes eran esas Calson y la tal Felinek?... y todo ese rollo del premio Nobel... ¿a quién le importa el Premio Nóbel si no se lo ganaron ni Borges, ni Kafka ni Cortázar ni Musil? Hombres, hombres, hombres... ¡díganme el nombre de una sola mujer que ustedes consideren que merezca o haya merecido el Nobel! Silencio. Siempre silencio...

- Lo siento mucho -dijo Dante Medina; un Dante que es exactamente lo contrario de aquel en cuyo honor lo bautizaron: el que amó a una mujer al grado de elevarla por encima del sol y las demás estrellas -reconócelo, ustedes, las mujeres, llegaron tarde a la literatura...

- Sor Juana fue lo que Shakespeare a la literatura inglesa, lo que Cervantes a la literatura española, lo que Dante (el auténtico, no usted) a la literatura italiana: la inauguradora de la literatura mexicana-le recordé.

- Pero Homero fue antes que Sor Juana -se jactó ese Dante que se negaba a mirarme a los ojos por considerarme un insectillo molesto.

- Pero Eukhadiana de Siria fue mucho, mucho antes que Homero... 22000 años antes de Cristo... antes que cualquier otro escritor en el mundo, ¿lo sabía?, escribía en tablas sumerias y su padre, que a Dios gracias no era machista como algunos que estoy viendo, mandó a construir una biblioteca para albergar todos los poemas que escribió su hija en honor a Innana, diosa de la escritura... mujer también.

Silencio. Bueno, no se discuta más, decretó el homónimo del poeta que más amo en el mundo, con una pedantería y una soberbia impensables en aquel que buscó a su amada en el cielo, aunque ello implicara cruzar el infierno. La poeta quebequense Françoise Roy movió negativamente la cabeza mientras manifestaba su total desacuerdo conmigo. Otra se levantó a tomar el micrófono para regañarme... como siempre ha sucedido: la peor enemiga de una mujer es otra, particularmente cuando la ligan intereses mezquinos al influyentísimo hombre que ha sido increpado y cuestionado. ¿Para qué reproducir lo que dijo esta mujer?, no es para ella para quien escribo mi columna, ni ninguno de mis libros futuros y presentes; es para mujeres y hombres con la sensibilidad y la inteligencia suficientes para entender que lo que hago no es marginar la literatura escrita por los hombres (creo que el lector ha descubierto ya mi muy especial devoción por la obra del florentino, que incluso es eje de mi próxima novela, narrada desde un punto de vista masculino), sino extraer del cofre de los tesoros esas maravillosas y poco conocidas (o completamente desconocidas) obras de autoría femenina para entregárselas; para sorprenderlos (y sorprenderlas, diría Brú) con el talento y el genio de tantas escritoras injustamente ignoradas y marginadas.

El resto de las participantes esperaron a que terminara el show para rodearme en el patio del Museo Regional y felicitarme. Debo reconocer que me entristecí porque hubiera preferido ser aplaudida adentro y no afuera, sin embargo entiendo perfectamente que el miedo de las mujeres hacia el avasallante poderío de los hombres (tenemos 2% de la riqueza mundial, dato que sustenta lo que pretendo explicar y seguramente se refleja en el reparto de las dádivas gubernamentales) todavía nos asusta por las noches.

Es cierto: no existe una literatura femenina. Nada más absurdo, y así lo manifesté en mi ponencia. Hay mujeres que escriben como hombres (juraría que soy una de ellas) y hombres que escriben como mujeres; y mujeres que escriben como tales y hombres que como tal escriben, y lo que verdaderamente importa es la calidad de su escritura. Nada más. Lo que nadie puede negar es que hombres como los antes citados no tienen el menor interés en leer a sus colegas mujeres; que las marginan, que ellos son los primeros en dividir un bando que se decreta único al no invitarlas a sus congresos ni mencionarlas en sus ensayos (a menos que sea para alabar su busto) ni reseñarlas ni tolerarlas ni mirarlas a los ojos ni escucharlas. Así, entonces, vuelvo a preguntar, ¿si no nos leemos y estudiamos entre nosotras... quién lo hará? ¿Dante Medina? ¿El señor que únicamente ha leído a Isabel Allende y Laura Esquivel, y por consiguiente cree que todas son iguales?

Huelga decir que ningún periódico prestó importancia a esa minucia.

Eve Gil, narradora y ensayista.
Escribe la columna La Trenza de Sor Juana, en Arena.
Correo-e: evelinamaria@poetic.com