lunes, marzo 29, 2004

Las enseñanzas de Don José


Esto lo dijo José de la Colina, quien está festejando sus primeros 70 años de vida, durante una entrevista en Milenio Semanal:

Finalmente, a los escritores jóvenes les dice: “No sigan consejos. Lean y lean. No entren a escuelas de escritores. El escritor se forma leyendo. No vayan a la Facultad de Filosofía y Letras, salvo a ver a las muchachas”.

Un abrazo grande, Maestro.
(Parece que ya lo escucho: "Maestro lo será usted").

miércoles, marzo 24, 2004

El Raúl Velasco de las Letras Mexicanas

Nomás para secundar al Oso en su cueva, algo que escribí aquí mismo hace unas semanas:

Salchichas

Leí una entrevista con Heriberto Yepez a propósito de su nueva "novela" El matasellos. Dice que dicen que es "una anti-anti-novela". Esto me recordó que hace como 20 años leí un artículo en una revista donde afrimaban que Raúl Velasco era un "verdadero anti-anti", o sea, "un salchichista". ¿Será eso mismo lo que propone el tijuanense en su nuevo libro? ¿Será el terrible Hache Yepez "el nuevo Raúl Velasco de la literatura mexicana"?


A como están las cosas, todo parece indicar que sí. Es más: propongo que la próxima vez que renombre su blog, le ponga "A.l.w.a.y.s. o.n. s.u.n.d.a.y".

Una cuestión de confianza

Pues esta rola la escribió mi tocayo especialmente para mí, cuando le conté lo que me acontece con Hena Laura (ups, ya dije su nombre... ni modo).

A matter of trust
Billy Joel


(One, two, one two, three, four)

Some love is just a lie of the heart
The cold remains of what began with a passionate start
And they may not want it to end
But it will it's just a question of when

I've lived long enough to have learned
The closer you get to the fire the more you get burned
But that won't happen to us
Because it's always been a matter of trust

I know you're an emotional girl
It took a lot for you to not lose your faith in this world
I can't offer you proof
But you're going to face a moment of truth

It's hard when you're always afraid
You just recover when another belief is betrayed
So break my heart if you must
It's a matter of trust

You can't go the distance
With too much resistance
I know you have doubts
But for God's sake don't shut me out

This time you've got nothing to lose
You can take it, you can leave it, whatever you choose
I won't hold back anything
And I'll walk away a fool or a king

Some love is just a lie of the mind
It's make believe until it’s only a matter of time
And some might have learned to adjust
But then it never was a matter of trust

I'm sure you're aware love
We've both had our share of believing too long
When the whole situation was wrong

Some love is just a lie of the soul
A constant battle for the ultimate state of control
After you've heard lie upon lie
There can hardly be a question of why

Some love is just a lie of the heart
The cold remains of what began with a passionate start
But that can't happen to us
Because it's always been a matter of trust

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Una cuestión de confianza
Billy Joel


Cierto amor no es más que una mentira del corazón
El frío queda de lo que empezó con un apasionado comienzo
Y ellos no quisieran que acabara
Pero lo hará, sólo es cuestión de saber cuándo

He vivido lo suficiente como para haber aprendido
que entre más te acercas al fuego más te quemas
pero eso no nos pasará a nosotros
porque siempre ha sido una cuestión de confianza

Se que eres una chica emocional
Te ha costado mucho no perder tu fe en este mundo
No te puedo ofrecer una prueba
Pero vas a tener que encarar un momento de la verdad

Es duro cuando siempre has tenido miedo
Te escondes cuando es traicionada otra creencia
Así que rómpeme el corazón si es lo que debes hacer
Es una cuestión de confianza

No puedes avanzar
Con tanta resistencia
Sé que tienes tus dudas
Pero por el amor de Dios no me pidas que me calle

Esta vez tú no tienes nada que perder
Puedes tomarlo, puedes dejarlo, cualquier cosa que elijas
No me quedaré con nada
Y me alejaré como un tonto o como un rey

Cierto amor no es más que una mentira de la mente
Es hacerse ilusiones hasta que sólo sea cuestión de tiempo
Y algunos ya tendrían que haber aprendido a ajustarse
Pero entonces nunca fue una cuestión de confianza

Estoy seguro de que esperas amor
Ambos hemos tenido nuestra ración de credulidad durante mucho tiempo
Cuando toda la situación estaba mal

Cierto amor es tan sólo una mentira del alma
Una constante batalla por el más reciente estado de control
Después de que has escuchado mentira tras mentira
Eso difícilmente puede ser una cuestión de por qué

Cierto amor no es más que una mentira del corazón
El frío queda de lo que empezó con un apasionado comienzo
pero eso no nos pasará a nosotros
porque siempre ha sido una cuestión de confianza

domingo, marzo 21, 2004

Hacer lo correcto

Pocas cosas tan difíciles hay en la vida como “hacer lo correcto”. ¿Qué es, a final de cuentas, “lo correcto”? Quién sabe, pero supongamos que decidiste ya qué es “lo correcto”.

Lo siguiente es aún más peliagudo: llevarlo a cabo.

Durante la semana decidí que haría “lo correcto”. Es decir, que cumpliría con todos mis compromisos sin falla. No pude. Para el viernes ya había sucumbido, había decidido fallar, pero también decidí salvar lo que quedaba y lo cumplí. No estuvo mal.

He tenido semanas en las que fallado de todo a todo, me he hundido en recriminaciones, complejos de culpa y depresiones, para después volver a caer sin remedio.

Qué difícil es esto de hacer lo correcto. Se necesita verdadero talante de santo o de mártir.

El placer magistral

Pocas cosas en la vida resultan tan satisfactorias como enseñarle algo nuevo a alguien. Y no necesariamente me refiero a enseñar en el aula (que también me llena de gozo; me revitaliza cada vez que logro encender la chispa de la curiosidad en la mente de quienes me escuchan dar clase). Pero es aún más gratificante enseñar cosas sobre la vida, cosas que no se aprenden ni en la escuela ni en los libros, y saber que esa enseñanza marcará para siempre la vida de esa persona, sobre todo si esa persona es sensible y sabe aquilatar el conocimiento.

Todo eso me pasó durante la semana y me hizo sentirme muy bien. Creo que así debe sentirse un buen padre cuando se da cuenta de que le ha enseñado algo valioso a su hijo.

Como yo he decidido no tener hijos, tengo alumnos y discípulos. Algunos me han decepcionado, varios se han querido pasar de listos y otros, los menos, aquilatan verdaderamente lo poco o mucho que yo les pueda enseñar.

Algo verdaderamente valioso entre tanta estupidez que se tiene que soportar casi a diario.

Aventarse como el Borras…

Un día, impartiendo clase hace poco, no recuerdo con qué motivo, les dije a los alumnos que “no se aventaran como el Borras”. Me miraban impávidos, como si les hubiera dicho algo en un idioma desconocido. Pregunté: “¿No saben quién es el Borras?”. No, corearon. Tuve que explicárselos, tuve que contarles del programa que era el antecedente de los Simpson, pero versión mexicana, sobre las tribulaciones del Borritas y su infinito amor por la Pecas, que lo hacía tener que soportar a toda la runfla de parientes parásitos (el Bigotes de Perro, la Musaraña, el No Somos Nada, hasta el pretendiente de la suegra, el “siempre celoso de su deber” Comanche), por lo que cada semana tenía que aceptar un nuevo trabajo, además de su chamba de taxista, de los cuales casi siempre lo despedían, pues consideraba muy fácil desempeñarlos y, como era de esperarse, casi siempre fracasaba.

El Borras, pues, era como casi todos los mexicanos; pensaba que el amor lo justificaba todo y que, por lo mismo, todo era muy fácil. Quien lo encarnó, mi tocayo Guillermo Rivas, ya no existe y es muy probable que las siguientes generaciones tampoco sepan quién era ese personaje, pero seguirán lanzándose, entusiasta y estúpidamente, por la vida como él…

sábado, marzo 20, 2004

Palabrotas

A mis alumnos siempre les pido que no utilicen palabrotas al escribir o hablar. La palabrotas no son groserías, sin embargo también ofenden. Ofenden al que las escucha o las lee porque lo hacen sentir un imbécil, porque existiendo otras palabras más sencillas y asequibles para decir lo mismo, el que las usa lo hace para parecer más inteligente o más culto, restregándole su ignorancia al lector, como diciéndole: "Eres un pendejo porque no sabes qué significa la palabra epifenómeno".

Ejemplos de palabrotas:

Inenarrable
Inefable
Ecléctico
Exégesis
Epistemología
Herméneutica
Infinito
Atavismo...

Bueno, en general me cagan casi todas las palabras que utilizan ciertos eunucos que han leído (mal) unos cuantos libros y por eso creen que pueden tirar netas y pontificar desde su insignificante púlpito digital.

jueves, marzo 18, 2004

La belleza

Hace más de 130 años, Jean-Arthur, el de Charleville, escribió en su prima temporada infernal:

“Una noche senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié. Me armé contra la injusticia”.

Hoy, a más de 130 años, todos las mañanas de miércoles, la belleza se sienta junto a mí y me injuria con su presencia. No sé si es amarga, porque nunca la he probado con mis labios. Me dan ganas de armarme contra la injusticia.

¿De quién es la belleza: se pertenece, le pertenece a todos, puede ser de alguien, es de ella misma? ¿Se puede poseer la belleza, una mujer, un poema, un instante, una quimera?

¿Qué se hace ante su indiferencia: se le posee, se le injuria, se le lanza desde el vehículo en marcha, se le rinde culto en silencio, se le violenta?

Ayer me contó que varios hombres han puesto el mundo a sus pies y ella los ha rechazado. Yo no tengo nada que ofrecerle. La nada es lo único que tengo y podría compartir con ella. ¿Será suficiente?

La paradoja es que, a pesar de que la herida propinada, uno anda por la vida con una sonrisa imbécil el resto del día: “Hoy la tuve, aunque fuera un breve lapso, cerca”.

La belleza hiere. Hiere con la mirada, con la caída de sus párpados, con el cabello ensortijado, con los labios perfectos, con la curva debajo del pantalón, con cada suspiro, con cada risa.

Mientras tanto, el descendiente de Melville entona aporcelanadamente: “Woman…’’

La verdadera heterodoxia

“Ser heterodoxo no es violar un dogma. Al fin y al cabo, violar un dogma es como violar a una doncella: hay quejas, pero hay placer. Ser heterodoxo es practicar un estilo de vida y de pensamiento que vayan en contra del orden establecido. Como me decía un poeta amigo: ‘Lo importante no es cambiar, sino cambiar la forma de cambiar’”.

Ludovico Silva. Anti-manual para uso de marxistas, marxólogos y marxianos. Monte Ávila Editores, Caracas, 1975.

viernes, marzo 12, 2004

Lo pequeñas que son nuestras almas...

Hacemos un dramón porque en un articulito un imbécil nos manda a callar...

Le mentamos la madre a un tipo que ni conocemos y lo retamos a golpes porque lo que escribe nos parece una estupidez...

Tiramos netas sobre todo (lo absoluto y lo relativo, lo profundo y lo banal) con una facilidad y una soberbia escalofrantes...

Armamos una bronca porque no nos ponemos de acuerdo a qué lugar ir a emborracharnos...

Observamos en cadena nacional el cinismo y la estupidez de los políticos y sólo los reprobamos con un movimiento de cabeza y les agradecemos que nos den un buen tema de plática para la sobremesa...

Soportamos escuchar una y otra vez en el radio la voz de una mujer en el momento de que pierde la vida a causa de un bombazo en la estación de trenes...

Y no se nos ocurre más que sumergirnos en nuestra vidita cotidiana (la única que nos han hecho creer que merecemos), y sólo preocuparnos por nuestras pertenencias, nuestras ocupaciones, nuestro status, nuestra parcelita de poder, nuestro limitado mundito, donde nos sentimos seguros y cobijados...

¿Se han puesto a pensar de que cabe la nada remota posibilidad de que Dios nos haya abandonado desde hace mucho, al ver lo miserable que le salió su creación, y que desde entonces le importamos un bledo?

No crean, a veces, no sólo lo pienso sino que tengo la certeza.

Dios: si todavía andas por ahí, ¿por qué no jalas la cadena de una vez y empiezas todo de nuevo? Ya lo hiciste en los tiempos de Noé y resultó. No veo por qué no puedas hacerlo otra vez.

Ante tanta barbarie, yo sólo tengo que pedirle que antes de que mande todo a la mierda, me permita escribir un par de novelas, leer unos cuantos libros más, que haga entrar en razón a esa mujer que se resiste a entender que nadie la podrá amar tanto como yo, que me dé chance de conocer algunos lugares de Europa, admirar en vivo unas cuantas pinturas y obras de arte y ver en persona a Juliette Binoche.

Después puede hacer lo que quiera.

Pero no: Dios ya no toma llamadas ni contesta correos electrónicos ni lee blogs.

Lástima. Tenemos que seguir viviendo...

jueves, marzo 11, 2004

Terror en Madrid

Fecha: Thu, 11 Mar 2004 18:33:53 +0100
De: "Óscar_Maif"
Asunto: [LITER] Terror en Madrid
A: LITERATO@LISTSERV.REDIRIS.ES

Me gustaría que esto fuese ficción, pero... no lo es.

Desde hace más de dos años tengo la misma rutina cada día.

Mi mujer me telefonea diciéndome que ha cogido el tren de cercanías en Atocha a su hora sin novedad. Yo, que me acabo de despertar con su llamada, medio frito, me levanto, me tomo un café deprisa y voy a recogerla a la estación.

Esta mañana ha sido distinto. Toda la rutina ha cambiado.

El teléfono no sonó a su hora.

Anoche me acosté tarde.

Suena esta mañana el teléfono, a deshoras.

Oigo el ruido de Atocha de fondo, se oye mal. Medio adormilado consigo entender a mi mujer decirme que hoy llegará más temprano por no sé qué historia de un cambio de planes y que extraordinariamente una compañera la ha acercado hasta Atocha en su coche. En fin, no entiendo muy bien lo que me cuenta. De hecho mientras me tomo el café pienso que no me he enterado de a qué hora exacta tengo que ir a Renfe a recogerla, así que me vengo al PC y entre trago y trago y husmeo en la web de Renfe en busca de los horarios de hoy. Pienso que debe venir en un cercanías que llega exactamente 13 minutos antes del que coge habitualmente.

Al subir al coche pongo la radio, Kiss FM, hace tiempo que busqué este refugio contra las asquerosas noticias, para cómodamente parapetarme tras los acordes de aquellas viejas canciones.

Pero hoy la monstruosidad, la vileza y la repugnancia han alcanzado sus más altas cumbres en la *Historia de la (in)Humanidad* y han tenido que interrumpir la música para contarlo.

He sintonizado inmediatamente una emisora de noticias.

Escucho aterrorizado...

Si la información que acabo de oír es correcta, que la explosión en Atocha fue hace "una media hora", del tren de Guadalajara que para en el andén junto al de Aranjuez... soy un hombre viudo y mis hijos son medio huérfanos.

No sé cómo explicar que de repente notes que te falta el aire para respirar, que te sientas sacudido por un calambrazo de impotencia, que la desolación se apodere de ti, que el terror te invada, que tus manos tiemblen sobre el volante, que tus ojos empiecen a derramarse mejillas abajo inconteniblemente, que el color
abandone tu rostro...

Y, como humanos que somos, nos agarramos a la esperanza... espera, espera, hoy viene antes, ha cogido el tren de antes... a lo mejor no ha sido hace media hora (ya se sabe la confusión de noticias en estos casos)... cuando me llamó estaba en Atocha a punto de subirse al tren... calma... calma... te quedan dos minutos para llegar a la estación de Renfe y ella estará allí, como cada mañana.

¡Dos minutos!

¡Dos minutos!

¡Parece TAN POCO tiempo!

Dos minutos... ciento veinte segundos... de terror... de pánico absoluto... de impotencia total.

Tic, tac, tic, tac...

Acelero, acelero, tercera a tope, no lo aguanto, corro hacia la Renfe en los dos minutos más largos, terribles e interminables jamás soñados, algo que no le deseo ni a mi peor enemigo.

Si todo ha ido bien el tren debería haber llegado a la estación hace tres o cuatro minutos. Para mí, en ese instante, el peor escenario posible en el mundo es embocar la entrada de la estación y no ver la silueta de mi mujer apostada sobre al árbol que hay junto a la puerta de entrada.

Una curva me falta para comprobarlo, si es que consigo que el oxígeno me llegue al cerebro hasta entonces.

Tomo la curva, derrapando y...
UFFFFFFFFFFFFFFFFF
allí está... dios mío, ¡tan hermosa! tan tranquila no tiene ni puta idea de lo que ha ocurrido.

Me mira alarmada:

-¿¿¿Qué... qué te pasa?? ¡¡¡Estás pálido!!!

Si pudiera hablar.

Ay, si pudiera hablar... podría decirle cuánto me alegro de volver a verla, pero como no puedo aún articular palabra me limito a señalar la radio, donde en ese instante cuentan que ha explotado una bomba en el tren que ella debería haber cogido esa
mañana.

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Mañana me echaré a la calle. Por todas aquellas personas que no han tenido la suerte que a nosotros nos ha bendecido esta mañana y a quienes hoy comprendo mejor que nunca: lloraré con ellos.
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--
Contra ETA, papeleta.
El domingo, en las urnas.

Óscar Maif

Alea jacta est

Bueno, ya; se lo confesé todo: mi obsesivo alcoholismo, mi incipiente drogadicción y el incontrovertible amor que siento por ella.

A ver qué pasa mañana.

PD: Y en la grabadora suena el good ol´Elton: "I guess that's why they call it the blues..."

martes, marzo 09, 2004

Joven con arete de perla



Aprovecho que ya sé cómo poner imágenes en esta madrinola, para contar que ayer lunes me fugué y fui a ver una película del Festival de Cine de la Ciudad de México: Girl with the Pearl Earring, con Scarlett Johansson, la misma actriz que aparece en la película de Sofía Coppola, Lost in Translation.

Cosa rara: ambas películas son historias de amor que nunca llegan a consumarse físicamente, sino que están sublimadas: una en el siglo XVII y otra en el siglo XXI. En una, el pintor holandés Jan Vermeer pinta una de sus obras maestras tomando como modelo a una de sus sirvientas, la sensual y sensible Griet, a quien le comienza a enseñar los secretos del arte pictórico.

Por cierto: la película está basada en una novela de Tracy Chevalier y casi todo es ficción, pues no se saben a ciencia cierta muchos datos de la vida del pintor ni de quien era en realidad la modelo del cuadro. De Vermeer sólo se conocen 35 obras, que andan regados por los principales museos del mundo.

En tanto, en la película de la Coppola, Johansson es una joven casada, atractiva y culta, que se la pasa aburridísima en Tokio mientras su esposo, un fotógrafo de popstars, anda trabajando. Ella coincide en el bar del hotel con un actor veterano venido a menos que tiene que grabar un comercial de whisky por la friolera de dos millones de dólares, aunque en realidad a él le gustaría estar haciendo teatro. Ambos se comprenden y al parecer se enamoran, pero no pasa nada entre ellos.

En ambas cintas, las parejas saben que han encontrado a sus almas gemelas pero las convenciones sociales les resultan insalvables. Además, saben que perderían todo si se dejan llevar por la pasión, así que deciden dejar ir al amor de su vida y conservarlo en el recuerdo.

En una, el pintor le regala a la sirvienta los aretes de perla de su esposa que la joven usó para posar en el cuadro (evidentísima referencia freudiana: le ha regalado su hombría, pues no ha sido capaz de defenderla para que no la corra su histérica cónyuge). En otra, el viejo actor corre detrás de la chica para decirle al oído algo que no podemos escuchar y él se va en el carro con una sonrisa de satisfacción.

Resulta por lo menos inquietante que en ambas los personajes no se atrevan a consumar su amor y prefieran sublimarlo. ¿Será que la pasión arrebatadora está dejando de ser atractiva y que preferimos seguir con nuestras vidas cómodas e infelices en lugar de luchar hasta el final y a pesar de todo por lo que amamos? ¿Será que la edad me está reblandeciendo el cerebro y ya me estoy volviendo un imbécil romántico? ¿Será que siempre lo había sido pero nunca me había atrevido a reconocerlo?

Juventud ¿divino tesoro?

Pues como ya se enteró media humanidad, el sábado pasado fue la fiesta de cumple del Oso Escamilla. Inició en la Bodeguita del Medio de Insurgentes, pero yo llegué como a las seis por causas de fuerza mayor (¿puede haber causa de mayor fuerza que una cita con una dama?). Pero todo mundo ya estaba very happy y como si me estuvieran esperando, apenas arribé y le cantaron "Las Mañanitas" al hojomeneado y, como ya se está haciendo costumbre, los invitados nos vimos obligados a destrozar el arte de la oratoria al externar nuestros más íntimos sentimientos de amistad ante el azoro de los parroquianos de las mesas vecinas.

Pero la cosa no paró ahí: el Oso nos retribuyó con un sentido comentario ¡¡¡para cada uno de los convidados!!! Yo pedí una botana y dos mojitos dobles para aguantar el trance. Entonces la tremenda mamá del Oso (o sea Mrs. Bear) dijo: "Vamos a seguirla en la casa, para que no gasten tanto". Y raudos y veloces nos encaminamos hacia el sur de la capirucha, allende CU.

Ya en chez l'Oso, sugerí que hiciéramos cooperacha para comprar un par de frascos, refrescos y botanas. El Oso cogió un sombrero negro de quién sabe dónde y lo pasó ante la concurrencia, la gran mayoría mozalbetes y bellas ninfetas de no más de 20-21 años, como el festejado. Sorpresa: nadie cooperó. Dijeron que ya no querían tomar. Eran apenas las nueve de la noche.

El Oso se calzó el negro sombrero que lo hacía parecer una versión vernácula del insigne The Edge y fuimos al Superama por las provisiones para los que no podemos aún controlar nuestra pulsión alcohólica. ¿Será que para la juventud de ahora el alcohol ya se volvió algo demodé, decadente y nada cool?

La cosa se puso peor cuando regresamos y al calor de las cubas, pusimos música para bailar y ¡nadie pareció sentirse aludido! Seguían aparentemente muy entretenidos sentados alrededor de la mesa del comedor, platicando seguramente cosas trascendentales para el mundo, como cuál sería el próximo video que mostraría a un perredista atascándose de billetes malhabidos, o las posibilidades de John Kerr para la presidencia de los EU, o la crisis de Haití, o cosas de ese calibre.

Y no pueden decir que no lo intentamos, probamos de todo: grupera, rocanrol, salsa, disco, tecno. Vamos: hasta "El gallinazo". Salvo dos parejas que nos turnábamos las damas, nadie quiso esparcir la polilla sobre el piso de mármol.

Ante lo inevitable, preferí sentarme a beber y ponerme a perorar infinidad de datos inútiles sobre la vida y milagros de las estrellas de rock, como las historias de Ozzy Osbourne, o que el álbum blanco de los Beatles fue el primero que se grabó en ocho canales. Cosas de viejos, ya saben.

A las diez y media, los más jóvenes se despidieron y nos dejaron ahí, en la sala, como parte de la decoración. La novia de Martín, joven aún ella (digo, todavía no llega a los 30), dijo: "Es que ellos ahorita se van al verdadero reventón".

Ah, pues así ha de ser, pero a mí no me quitan de la cabeza que las formas de divertirse ya cambiaron mucho desde hace unos 10 años para acá.

¿O será que los jóvenes de hoy sí aplican eso que dijo Pete Towshend, guitarrista de The Who, por allá en los años sesenta del siglo pasado, de que "nunca confíes en nadie de más de 30 años"?

Es más: ¿sabrán los jóvenes de ahora quién diablos es Pete Townshend y qué era The Who?

Chin: me descubrieron

Ni modo. Tuve que hacerlo. Esto es lo que soy:


What COTO's thing are you?

domingo, marzo 07, 2004

Sobre el ascendente poder de las mujeres

"Nuestra sociedad es masculina, y hasta que no entre en ella la mujer no será humana". Henrik Johan Ibsen

Fragmento de la entrevista de Marlene Gómez al recientemente fallecido maestro Hugo Argüelles (La Jornada Semanal, marzo 7, 2004)

–¿Y ese niño que recibe un nuevo siglo, qué temas explorará en sus obras?

–Bueno, la posibilidad de explorar un tema que viene a ser muy evidente desde fines del siglo pasado y que por un lado es el auge de la afirmación, yo diría, de la autoafirmación de la mujer que se está volviendo cada vez más autónoma y que muestra por muchas partes su capacidad creativa, su capacidad de independencia, es una mujer casi ibseniana ya, y por otro lado como contrapartida representa el temor del hombre que se va aterrando del avance de la mujer y esto en sí es un tema muy interesante, el detrimento de la falocracia; creo que ese va a ser el gran tema de la actualidad.

–Hablando de poderes, ¿en México hay un poder encima de la clase política?

–Pues claro, sí, la mamacracia, el poder de la chichi, que va a crecer más, pero por supuesto.

–¿Cómo influyen estas nuevas mujeres en la obra de Hugo Argüelles?

–Van a salir modelos de ahí, sin duda alguna. Van a salir heroínas protagonistas, personajes arquetípicos y desde luego en casi todo mi teatro hay una gran presencia de mujeres fuertes porque las débiles las uso como elementos de atmósfera, no me interesan. Me gusta la fuerte, la afirmativa, la combativa, la subversiva, la retadora, incluida la perversa, pero las débiles me aburren mucho, están demasiado sometidas, no representan mucho, representan un cliché que se repite hasta la náusea. A ver qué surge de este tema en mi producción, pero desde luego como maestro también tengo la obligación de hacerlo llegar a mis alumnos.

–Y ahora se levanta la mujer...

–Entonces la mujer ve esto y dice no, yo ya no entro a la jaula y no estoy dispuesta a que me destruya. Se hace presente la heroína ibseniana y todos sus derivados.

–¿Es una respuesta a la represión que ha vivido la mujer?

–Son centurias de humillar a la mujer, de tenerla marginada, de negarla, de dejarla únicamente como objeto reproductivo y luego como objeto apapachador, algo así como tamagochi maternal, entonces, la mujer ya está harta, es lógico...

–¿Esta mujer ya es un personaje en su obra?

–A lo largo de mi teatro hay varias, desde la inicial Piedad en Los cuervos están de luto a todas las que se califican por la crítica como heroínas, las heroínas veracruzanas: la de El ritual de las salamandras, la de La esfinge de las maravillas, la de Las pirañas aman en cuaresma, la de El águila real. Hay personajes masculinos y protagónicos como en Los prodigiosos, El tejedor de milagros, Los gallos salvajes o El cocodrilo solitario del panteón rococó, personajes masculinos estudiados en el extranjero. Muchos investigadores dicen que soy tan bueno escribiendo personajes femeninos como masculinos, o sea, la complejidad de ambos está perfectamente dada por el estudio de los caracteres que es lo que más me interesa, más que la anécdota, la historia, las correspondientes situaciones, lo que más me interesa es explorar la complejidad humana, tratar de entender el minotauro que anda dentro de cada ser entrando y saliendo de los diversos cuartos oscuros unos, claros otros, y que de pronto pueden enloquecer y destruir todo. Lo que me interesa es el estudio de caracteres, la complejidad humana porque las situaciones son atractivas, pero no pasan de ser meros esquemas. Por muy atractivo que sea el carácter, ya implica meterse al antro existencial, a la maravilla de la vida. Me atraen más los antros existenciales, es algo que tengo desde siempre, ir más allá.

–¿Personajes llevados al extremo por el autor?

–Creo que tengo la enorme ventaja, creo que es una enorme ventaja como homosexual, entrar donde me da la gana y establecer relaciones diversas con estos distintos personajes hombres y mujeres, incluyo bisexuales y polisexuales, transexuales, trasvestis, etcétera, con los que he tenido acercamientos que pueden interpretar como les dé la gana, pero que a veces no son únicamente exploración externa y claro, el material es alucinante y esto lo trato de llevar al teatro a través de esos personajes off limits, border line, siempre a un miligramo, al borde del quiebre, y que están en todas las clases sociales.

viernes, marzo 05, 2004

Pues debería serlo...

"Si alguien insiste en escribir estupideces, qué más da, hay que dejarlo escribir. Transformarse en buey aún no es motivo para encarcelar a alguien".

Paráfrasis de Georg Christoph Lichtenberg (1742-1799)



miércoles, marzo 03, 2004

El no/ve/lista ante su púb(l)ico

El domingo presentó su primera novela con cara de perdonavidas. Le hacíamos el favor de estar ahí, pendejos de nosotros, que nos prestamos al garlito.

Su cuate, sintiéndose hecho a mano por los dioses y con la camisa arrugada, leyó un texto que quiso ser irónico y ocurrente.

Su maestra leyó algo más interesante, pero a la concurrencia le pareció más interesante el desarrollo del partido que se proyectaba en la televisión al fondo del escenario.

Su otro amigo, más viejo, cayó, lamentablemente, en el lugar común.

¿Y el autor? Nos iluminó con unos cuantos aforismos que ahora reproduce en su bitácora electrónica.

Sin embargo, no reprodujo el más importante, el primero:

"¿Por qué si Rius tiene seguidores y Fadanelli tiene grupis, yo sólo tengo amigos como David Miklos?"

El bloguista decide hacer un acto de escapismo...

martes, marzo 02, 2004

El karma es cabrón...

Lo único que tengo que decir es que Dios ya se volvió muy impaciente: ya no se espera y luego luego suelta el manazo.

Por eso, mejor tener más cuidado y no andar repartiendo sin ton ni son lo que a uno le sobra...

Aunque reconozco que es mucho pedir. "Hay maderas que nunca agarran el barniz", decía mi abuela.

Si no, al tiempo...

lunes, marzo 01, 2004

Narran León y Sifuentes cómo llegaron hasta el Reclusorio Norte

Narran Epigmenio León y Gerardo Sifuentes cómo llegaron hasta el Reclusorio Norte

Dicen escritores presos que no necesitan robar

Por Gladys Ferrer.
Periódico Reforma. 27 de febrero, 2004


El 14 de febrero, los escritores Epigmenio León Martínez y Gerardo Sifuentes Marín ingresaron al Reclusorio Norte incrédulos. Para ellos, ése fue el " día del horror y la amistad", el día, dicen, más inverosímil de sus vidas.

Ambos están presos, con un juicio en curso por robo agravado en el Juzgado 42 penal, después de haber sido detenidos, bajo los influjos del alcohol, y acusados de robar los espejos de un automóvil.

La madrugada del día 12, los amigos salieron a la calle para comprar más alcohol, pues querían seguir festejando; a unos metros de la casa de Sifuentes, fueron interceptados por policías preventivos.

Según su relato, en el patio de visitas del Reclusorio Norte, ninguno de los dos opuso resistencia y creían que no habría mayor problema.

Con gripa y asustados, los procesados relatan que la madrugada de su detención, una vez en la patrulla, los policías les mostraron unos espejos y los acusaron de haberlos robado, por lo cual fueron trasladados al Ministerio Público.

De acuerdo con su versión, ninguno de los dos sabía exactamente cuál era su situación jurídica. Incluso, recuerdan, estaban de buen ánimo, pues creían que la acusación no era tan grave. Pero una vez que pasaron a las galeras del Ministerio Público, el panorama se comenzó a descomponer.

"Somos personas solventes moral y económicamente, no tenemos ninguna necesidad de robar y mucho menos un auto estacionado a 10 metros de mi casa, el cual está abandonado desde hace meses", expresa Sifuentes, el joven de 30 años de edad, becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes.

Al momento de su detención, el autor de los libros Perro de Luz y Pilotos Infernales traía 200 pesos en efectivo y tarjetas de débito.

"Pensamos que por andar de borrachos esa noche la pasaríamos en el Ministerio Público, pero nunca nos imaginamos llegar hasta el reclusorio, y mucho menos vivir lo que hemos pasado en estos días, como dormir en el suelo sobre cartones", comenta a su vez León, de 29 años, quien es jefe de departamento de difusión de la revista Tierra Adentro, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Aunque los escritores se dicen inocentes, el Secretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard, asegura que de acuerdo con los policías que hicieron la detención, fueron detenidos en flagrancia, es decir, en posesión de los espejos presuntamente robados.

"Estamos revisando lo que ha acontecido, la disposición de ley es que estos individuos estaban involucrados en una situación de robo de autopartes y la ley prevé una sanción. Todavía está el proceso y vamos a revisar todo porque ellos argumentan que presentaron tres testigos que dicen que sí estaban ahí, (pero) no los exculpan claramente.

"Vamos a revisar para que no haya ningún abuso. Si tú tienes un espejo retrovisor que pertenece a un vehículo, es robo de autopartes", indicó Ebrard el miércoles.

León asegura que durante un careo con los policías que los detuvieron, uno se atrevió a señalar que ya lo había detenido varias ocasiones con droga, pero afirman que ninguno de los dos autores tiene antecedentes penales.

Ambos sienten que su detención y encarcelamiento son injustos y arbitrarios.

"Exhibimos estados de cuenta bancarios, recibos de nómina, cartas de recomendación, somos personas que tenemos estabilidad económica y que no robaríamos una autoparte para seguir bebiendo como argumentaron los policías que nos detuvieron", dice Sifuentes, quien goza de una beca del Programa Jóvenes Creadores en el Fonca, en la especialidad de cuento, y labora en una agencia de publicidad internacional.

De acuerdo con la causa penal 41/04 radicada en el Juzgado 42 Penal, a los inculpados se les acusa de robo agravado, por cuya imputación recibieron auto de formal prisión. Este delito no permite la libertad bajo caución, por lo cual enfrentarán el proceso penal en prisión.

En la zona de ingreso del Reclusorio Norte, los acusados vivieron una experiencia difícil. Al cruzar el "Laberinto", como son conocidos los túneles que comunican los Juzgados con el penal, platican, se les aparecen los nahuales -internos que se dedican a asaltar-, de quienes sus zapatos se salvaron por estar ligeramente rotos, no así su tarjeta telefónica y sus cobijas.

"Yo nunca había sido asaltado, hasta que entré al reclusorio", expresa Sifuentes, quien junto con León, por disposición de las autoridades del penal, fue trasladado ya al dormitorio 2, dada su situación de vulnerabilidad.

"Aquí ya no se burlan de nosotros cuando nos ven leyendo ni nos molestan por hacerlo, como en la Zona de Ingreso, donde nos decían que deja más dinero robar celulares que ser escritor", comenta Sifuentes, cuyo libro favorito es Soy Leyenda, de Richard Matheson, el cual, paradójicamente, narra la historia de un hombre que está solo en una tierra de vampiros.