Adicto a las patadas
No soy psicólogo o médico; pero no se necesita ser un sabio para darse cuenta que las adicciones son el resultado de carencias internas; lo sé por experiencia propia. Hay adicciones que no se relacionan con el abuso de alcohol o drogas.
Por ejemplo, yo en un tiempo fui adicto a las patadas emocionales. A veces pasa que te despiertas por la mañana con la depresión a todo lo que da, y te sientes poco menos que basura; a esto le agregas el cotidiano auto-sadismo de leer las noticias, de que sientes que no te valoran en tu trabaja; etc, etc.
En la depresión, piensas cosas como:
-"Si ya asaltan hasta a los guarros, ¿qué puede esperar uno?".
Sales a la calle con la mentalidad negativa de:
-"Nadie me quiere, todo está mal, ¿qué sentido tiene la vida?".
La baja autoestima te orilla a caer en adicciones como la mía:
-"Buscas a la gente que te rechaza".
Por ejemplo, (no es que me haya pasado, estoy inventando, es un caso falso, ficticio, producto de la fantasía), pero por ejemplo: Sintiéndote basura, te topas con la vecina, te guiña un ojo, te da una palmadita en la espalda y te dice que vales mucho, que eres bien lindo. La reacción inmediata es aferrarte a una pierna suya como cachorrito abandonado. Ella te dice que no le lates, que así de cuates está bien, que ella es un espíritu libre y que no sabe qué onda con su vida, pero que eres lindo.
En tu torcida mente, borras todo lo negativo, y sólo dejas la información que te hace sentir mejor:
-"Eres bien lindo".- y piensas:
-"¡Me quiere, lo sé!"
Y además borras la realidad: sus acciones, los mil 345 sujetos que llegan a visitarla, sus plantones y su falta de interés. Te aferras a conquistarla, te desvives porque te acepte, inviertes tiempo, dinero, sueños, pensamientos, tarjetitas, rosas y claveles; hasta sacrificas tu propia esencia con tal de lograrlo.
-"¡Yo la voy a hacer cambiar!"- piensas estúpidamente.
Felicidades: ¡Eres adicto a las patadas emocionales!
Hombres y mujeres estamos expuestos a esto. La única manera de librarte de este tipo de adicciones es fortaleciendo la autoestima. Sólo de este modo podrás ver objetivamente que a la vecina le vales sorbete. Solo estaba siendo amable, y no tiene la culpa de que tengas espíritu de gatito abandonado. Cada quién tiene derecho de emocionar, seducir y luego rechazar a la misma persona cuantas veces lo permita el susodicho.
Probablemente el ejercer el derecho de jugar con tus sentimientos no sea ético; pero si tú le otorgas el permiso, ¡oh, lo harán, lo harán y lo harán! Para no ser víctima de esta tortura, necesariamente tienes que hacerte de un espíritu fuerte; es una labor que puede llevarte toda la vida, pero que vale la pena intentarlo. Hasta que empiezas a quererte un poco, que eres capaz de ver objetivamente que cierta persona de plano no te quiere, o no sabe quererte, te das cuenta de sus carencias emocionales e incluso llegas a aceptar verdades como:
-"¡La neta, esta persona, no es tan maravillosa como me aferró a verla; y no porque me rechace vale más que yo; es más, tiene las piernas muy flacas, y a mi me gustan rechonchitas!".
Luego entonces estás listo para dejar de ser adicto a las patadas emocionales, de perder el miedo a la soledad, y es cuando de repente empiezas a fijarte y a valorar a las personas a las que sí le importas, las que sí tienen tiempo para ti, las que no te van a patear, y con las que tienes posibilidades de iniciar un camino en común.
Dicho esto, no quiero recibir más patadas, gracias, ciao.