domingo, agosto 22, 2004

Ustedes no saben nada


"Fuck! Tiene razón el tal Vega.com"

En 1993 yo no sabía quién era Pearl Jam. Lo siento. Me los presentó Daniel Rodríguez, el Perrito, un amigo a quien quisiera recuperar. Para entonces PJ ya tenía dos discos. Acababa de aparecer el Vs., que vendió un montón de copias el mismo día en que apareció.

Entonces compré esos dos primeros CD's. Ten no tenía madre. Más que Nirvana, que era el encabronamiento en estado puro sin intelectualismos, PJ era el renacimiento del rock pensante pero también energético, del rock cabrón, con huevos; la esperanza de la generación a la que pertenecía yo en ese entonces, la que luego los pendejos e imbéciles mercadólogos llamaron "Generación X", la generación del desencanto pero siempre lista a consumir cuanta pendejada nos endilgara el "star system".

Pearl Jam fue, en ese lejano entonces, la revelación, sobre todo "Alive". Las letras de Eddie Vedder en ese primer disco (y en muchas de los siguientes) eran enigmáticas, poéticas, potentes, llenas de referencias extrañas, sugerentes, pero que nos llegaban a lo más profundo a sus miles de oyentes.

"Alive" es la fiel sucesora de "The end" de The Doors. No por nada los Doors sobrevivientes, cuando los introdujeron al Salón de la Fama del Rock invitaron a Vedder a que ocupara el micrófono de Morrison. Quizá Vedder es el único que podría llenar sus pantalones de cuero negro de Jim, incluso mejor que Ian Astbury (y que conste que admiro un chingo a Astbury).

Si bien en "The end" Morrison quiere cogerse a su madre, en "Alive" la madre del personaje fornica con su propio hijo porque se parece a su padre, y el hijo sobrevive, pero como un loco. Como Edipo, el hijo 've' pero después del incesto sólo puede 'mirar': se ha quedado ciego ante la revelación más cabrona del mundo.

Lamentablemente, después de Ten PJ nunca pudo alcanzar esas intensidades. Todos los discos posteriores (sé que estoy casi blasfemando) son la repetición de lo mismo. PJ debió hacer como Arthur Rimbaud: retirarse a traficar esclavos después de una primera obra portentosa. Pero no. PJ sigue sacando disco tras disco, uno más aburrido que el otro.

Todo esto viene al caso porque acabo de comprar un nuevo disco de PJ en vivo, acústico. Y debo confesar que no los fui ver cuando vinieron al Palacio de los Deportes en 2003. Tengo el disco del primer concierto, pero no me arrepiento de no haber ido.

PJ hoy ya no es lo que fue ni representa lo que pudo haber sido.

Pero no importa. Sobreviven sus discos y su actitud primeriza, encabronada, cuestionante, inconforme. Con esa es con la que me quedo.

Aquí les dejo una de las canciones más portentosas que se han escrito nunca.

Vivo

Eddie Vedder (Pearl Jam)


Hijo, dijo ella,
tengo una historia que contarte.
El que creías que era tu padre
no era sino un...
mientras estabas sentado
solo en la casa a los trece años
tu verdadero padre moría.
Perdona, nunca lo viste.
Pero estoy contenta de que hayamos hablado.
Yo, yo estoy todavía viva.

Oh, ella atravesó lentamente
el cuarto de un joven.
dijo: estoy lista... para ti.
No puedo recordar
nada de ese preciso día
excepto la mirada... la mirada.
Ahora no puedo ver... sólo mirar.
Yo, yo, estoy aún vivo.
Yo, yo, estoy aún vivo.

Algo está mal,
dijo ella.
Desde luego que sí,
todavía estás vivo,
dijo ella.
¿Merezco estarlo?
¿Esa es la pregunta?
Y si lo es, si lo es,
¿quién responde?,
¿quién responde?.
Yo, yo, estoy aún vivo.
Yo, yo, estoy aún vivo.
Yo, yo, estoy aún vivo.