domingo, junio 26, 2005

Fer Reyes y las "púberes canéforas"

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Kate "Mami Rica" del Castillo


Mi cuate y descubridor (fue el primer editor que se atrevió a publicar un adefesio mío en un libro) Fernando Reyes es asiduo colaborador del suplmento Arena del diario Excélsior con una columna titulada Citadina. Este domingo publicó un texto muy entretenido sobre el tema de las "púberes canéforas" (JJ Blanco dixit) y que inmerecidamente le dedica a este tundeteclas (y digo inmerecidamente porque no sé si me sepa algo acerca de mis preferencias ninfetales, jeje)

En otro tema, nuestra querida Magda Díaz y Morales dio por terminada la etapa de su primer blog y acaba de inaugurar uno nuevo titulado "Apostillas" (http://apostillasblog.blogspot.com/). A seguirle la pista.

Juntáis diablo, carne y mundo
por Fernando Reyes

 
A Guillermo Vega Zaragoza, semiólogo de lo indecible.

"Se verá por ellas que el esquema de la inventiva del diablo era día tras día el mismo".
Lolita


"Busco novio que calce grande" se lee en las letras blancas estampadas sobre la playera negra que luce una niña de catorce años. Otras he visto como "Un solo cabrón no me satisface" o "Soy una golosa, compruébalo', o "¿No quieres atascarte?", con una flecha apuntando hacia abajo. Si tú fueras el profesor de una de estas púberes canéforas ¿qué le dirías?: "Quítese inmediatamente esa playera" o "Mañana mismo me trae usted a su mamá". Si acude la madre, muy probablemente llegue a la escuela con una playera más claridosa como "Ando urgida" o "Más ardiente que el fuego". "De tal palo"; y esto no es albur.

Los logros sexuales que ha alcanzado la mujer hay quienes los han traducido a conductas andrófobas, agresión de género, lucha de poder, hembrismo. En los últimos años se ha incrementado el índice de alcoholismo y tabaquismo en mujeres, hoy los hombres ya denuncian a sus mujeres golpeadoras, la infidelidad femenina ya está alcanzando la masculina, la prostitución de hombres está al día, los aviones a Cuba llevan a 70% de mujeres. Grandes logros de verdad. Verbigracia: la mujerzota del espectáculo, la diva de la política, que siempre habla a calzón quitado y sin pelos en la lengua es de nuevo noticia para el periodismo (sic) amarillento de la farándula: "Poncho Denigris le arrima el animalón a Irma Serrano", en el show Sólo para mujeres, donde el elocuente ex big brother ha reemplazado al recién atropellado Edgar Ponce. He tenido la oportunidad de ver mujeres que se les mete el diablo cuando están frente a un stripper. Mientras encueran al nalgón bien dotado, ellas también se desnudan del alma, se quitan el corsé que les había estado apretando por siglos. Le quitan la ropa a la historia.

A propósito de nalgas al aire, atascamientos y arrimones, a los chavos les encanta el comercial de un desodorante, en el que se plantea que un buen estudiante es quien tiene más recursos y mañas para seducir a una chava, y cuya graduación será cuando se la lleve a la cama. Qué chistoso el director calvo entregando su diploma al alumno en pleno coito. Siempre los profesores caricaturizados, ¿por qué será? Otro comercial que bailan las niñitas telespectadoras que todavía ni hablan bien es aquél donde la maestra pide a sus alumnas que saquen su tubo de ensayo, y éstas, con su peinado de colitas, se ponen a teibolear con una minifalda a cuadros que alcanza a enseñar la tanga, y una camisa amarrada al ombligo, desabotonada para enseñar los protuberantes atributos de las colegialas.

Esta imagen de sensualidad exagerada en la pubescencia ha sido bien explotada en las telenovelas juveniles de horario vespertino, como una que se transmite actualmente y que pretende ser un paradigma de la rebeldía. Las niñas cantan la canción y las adolescentes imitan la vestimenta. Cuántas quisieran que ese look de chiquifalda y escote fuera el uniforme obligatorio en su escuela privada. Dichosas las chicas del CCH y del Bachilleres que pueden vestirse cómo les da la gana, que pueden vestirse para dar ganas. Hace dos décadas comenzó el auge de las telenovelas para público joven. Ari Telch, junto con Tiare Scanda y Kate del Castillo, se dio a conocer con un bodrio que contaba las escolaventuras de unas muchachitas, envueltas en problemas familiares, económicos y amorosos, más de una estaba enamorada de su profesor, personificado por el bello velludo velludito. Los azares de la vida han puesto de nuevo a este actor bipolar en el papel de un maestro que embaraza a una de sus alumnas. En esta telenovela, por cierto, aparece otro profesor pupilófilo, protagonizado por Demián Bichir, quien azarosamente tuvo arrimones con la Kate.

La televisión comercial sí que sabe explotar todo lo que sea vendible, incluidos caras y cuerpos. Un concurso que no tenía otra intención que la de entretener a un público infantil, Juguemos a cantar, fue la plataforma para confeccionar estrellitas bonitas que a futuro le darían el sex appeal a la industria de la imagen. Los niños que cantaban en los grupos musicales de aquel entonces hoy son los ídolos treintones, astros de la música pop que impulsa conductas pseudoerotizantes al servicio del consumismo. ¿Te gustaría pasar una noche con tu cantante favorita? Tú puedes tener en tu cuarto al ídolo del momento. Es tan natural el póster en la pared y la foto en el celular de quienes despiertan nuestros primeros sueños húmedos. ¿Por qué queréis que obren bien si las incitáis al mal?

Alejandra Guzmán y Lupita d´Alessio les han enseñado a las mujeres que cada quien hace con su cuerpito lo que quiere. Nabokov también les ha enseñado a los hombres que sólo un ser "infinitamente melancólico y loco" podrá ver a "ese pequeño demonio mortífero entre el común de las niñas". Detrás de cada feminista a ultranza hay una Lolita trasnochada o, dicho en otras palabras, la cosificación de la mujer es cosa del pasado, o dicho sin tantos retruécanos: las mujeres deciden con quién, cómo y hasta dónde. Las leyendas en las playeras ahora podrían ser: Los hombres llegan hasta donde las mujeres se vienen. El hombre es fuego, la mujer estopa, llega el diablo y se la sopla. El sexo femenino ya no es débil, pero la carne lo sigue siendo.

Si hay camisas con la imagen del Che para ostentar la marca, pronto habrá estampados de sor Juana con leyendas como "Hombres necios que acosáis a la mujer sin condón" o "¿Pues para qué os espantáis de la gonorrea que tenéis?" Esto es el inicio, nada más la puntita.

Publicado en Arena suplemento cultural del diario Excélsior
(http://www.suplementoarena.com/331/citadina.html)