martes, abril 26, 2005

Los peligros para el lector

Esto fue algo de lo que se dijo (palabras más, palabras menos) el domingo en la presentación indecible:

Antología de lo indecible: los peligros para el lector
Por Jorge Enrique Escalona


- Para comentar un libro se tiene varios caminos, uno de ellos es hacer referencia a los escritores que uno supone están detrás del autor del libro, lo cual sirve para halagar al "escribano", señalándole que se nota la influencia de los grandes maestros de la narrativa y que sin duda él va por el mismo sendero (una ocasión compararon a un novel escritor con de Octavio Paz y le han atribuido influencia a Guillermo Vega que él no imaginaba), aunque existe otra cara, como la del Dios Jano, pues también puede servir para hacerle ver que ha hecho homenaje (una de las maneras de decir plagio o fusilata) a los grandes escritores y que deberá buscar su camino propio lejos de las influencias evidentes. Este no es el caso.

- Otro mirador es el análisis constructivista-semántico de la obra, mediante el cual analizamos la forma del texto, su valor formal y sus aportaciones a lo que denominamos literatura. Este tampoco es el caso.

- En mi caso, prefiero el vivencial, el que está amparado por lo que llamamos recepción, decodificación, hipertextualidad, habitus (según Bourdieu) o simplemente el goce del lector. Y hago énfasis en el goce y el poder hipnótico que tiene Antología de lo indecible, así como de sus funestas consecuencias, pues provoca una sonrisa contagiosa, un rapto o secuestro exprés de consecuencias imprevisibles que van desde el pasarse dos estaciones del metro o la pérdida de una maleta, un reloj, un yogurth, una botella de agua y las llaves de casa, en caso extremo pueden convertir al lector en un ser Indecible si por distracción es atropellado.

- Antología de lo indecible le dice mucho al lector, comulga con él. La difícil sencillez narrativa de Vega seduce al lector y lo vuelve inmediatamente cómplice de sus historias. Lo sumerge en lo fántástico del aullido, en la cópula angélical, en la faena femenina hasta llegar a degustar la vida sexual de lo caracoles.

-Dice Susan Sontag: "El trabajo de un escritor es hacer que sea más difícil creerle los saqueadores mentales. El trabajo del escritor es hacernos ver el mundo como es, lleno de muchas y diferentes demandas y partes y experiencia".

- "Lo que hacen los escritores debería liberarnos, sacudirnos. Recordarnos que podríamos, tan sólo podríamos aspirar a volvernos diferentes, y mejores, de lo que somos. Recordarnos que podríamos cambiar, tan sólo podríamos, aspirar a volvernos diferentes, y mejores, de lo que somos. Recordarnos que podemos cambiar".

- Guillermo Vega nos reitera con lo indecible este compromiso ético y estético del escritor. Con una atractiva sencillez nos invita a pensar, a sonreír ante el humor inteligente en sus historias.

- Vega gusta de "levantarle las faldas a la realidad" y en esta ocasión nos muestra lo que encontró debajo de estas vestiduras: pasión, erotismo, humor y varios infiernos. Será tiempo de levantarle las faldas a Vega, para saber qué nos quiere mostrar.