lunes, enero 24, 2005

EL REALITY SHOW DE LA POESÍA NACIONAL

Sobre el Hit parade de letras libres o el ranking nacional de los diez poetas más buscados por internet

Texto enviado a la redacción de la revista Letras Libres, por el momento inédito (quizás para siempre), redactado por Rafael Toriz y Sigifredo Esquivel.

En un acto de pleno despotismo ilustrado, la revista Letras Libres en su número 72 (diciembre de 2004) ha convocado a sus lectores -mediante el voto electrónico- para tabular una lista canónica de "los diez mejores poetas mexicanos vivos" (sic), quizá con la finalidad de llenar el vacío mediático e intelectual representado por la muerte de Octavio Paz. Creemos que el solo hecho de la encuesta ya es de suyo ocioso, autocomplaciente e inútil, y sin embargo plantea un problema que es necesario discutir: el carácter social de los poetas en México. Debido a la ausencia de voces críticas, hasta el momento, sobre tal encuesta, nos sentimos obligados -como lectores de poesía- a señalar algunos puntos de discusión:

a) Si bien la idea de hacer una votación de "popularidad" resulta plausible como capricho, es ociosa como crítica. Nada quiere decir sobre la calidad literaria el que diez poetas nacionales sean los más populares de una revista. Dicho método sólo sirve para avivar el avispero y ver qué poetas cuentan, acaso, con más seguidores -que no necesariamente equivale a lectores. Cosa que tampoco dice nada en términos de mejor o peor y mucho menos nos dice algo sobre su relevancia poética.

b). "Pregunta osada, quizá incontestable. Pero también estimulante y divertida" se lee en la convocatoria. No vemos mayor osadía que la arrogancia de los editorialistas al pretender que su revista sea la dadora de dádivas y prestigio literarios. La prohibición discursiva de señalar quienes están in y out es una temeridad digna de Tv notas y Tv y novelas Además, al menos a este par de no-selectos lectores de Letras Libres, les resulta difícil ver lo "divertido" y "estimulante". Lo que verdaderamente da es pena ajena.

c) Sabrá Dios como seleccionaron a los 200 "nominados". Si en vista de su trayectoria, su renombre en el mundillo literario, su credo o su partido político. Resulta inconcebible hacer una competencia de poetas de 30 o 40 años de edad con poetas que tienen 30 o 40 años de actividad literaria. Sólo diremos que resulta inconcebible y punto. (Además, si la lista ofertada responde al contentillo de la revista, los resultados se encuentran previamente inducidos, por lo que, el "top ten democrático" (¡sic!) no debe ser tomado en serio.)

d) El mero sentido común nos dice que las comparaciones son estúpidas y, además, los criterios no formales ni semánticos de un poema difícilmente pueden arrojar luz sobre las virtudes o carencias del trabajo literario. Dice el poema Desiderata: "compárate y te volverás vano y amargado". Por otra parte, meterse en la cuestión del gusto es un gran embrollo. Se prefiere al café sobre la leche, la tez morena sobre la rubia o viceversa. Y en cuestión de gustos, como dicen los abuelos, no hay mejores ni peores sino "diferentes". En la poesía las diferencias no son de grado sino cualitativas, o para decirlo con Hume "la belleza no es algo inherente a las cosas: sólo existe en los ojos del espectador".

e) ¿A qué oscuro (o iluminado y mediático) interés obedece el afán de ser el number one, el mejor de la clase? Es bastante molesto ver cómo muchas personas quieren por fuerza hacer(se) un "pequeño Paz" o tener una figura, acaso herencia del PRI-gobierno, bajo la cual cobijarse. ¿Acaso no es mejor hacer las cosas por el gusto y el placer que provocan sin estar pensando si el trabajo acreditado por todos? ¿O es que la guerra de las encuestas es una nueva peste social que llegó para quedarse y contaminarlo absolutamente todo, incluyendo la literatura?

Pasarela de nombres, una encuesta de poetas sólo muestra la impostura y el arribismo extraliterario que busca definir la poesía desde criterios cuantitativos y mediáticos -dejando de lado la singularidad de la creación poética. Los supuestos herederos de Paz, se sienten con el derecho de legislar qué es la poesía hoy y quiénes son los mejores poetas vivos dejando libremente que el lector se convierta en encuestado. La libertad de Letras libres parece limitarse al libre mercado de opiniones estandarizadas, esto es, las encuestas. Lo significativo no es ver quienes son los diez mejores poetas mexicanos vivos sino saber que, afortunadamente, la literatura mexicana cuenta con un nutrido y heterogéneo corpus poético para disfrute de todo aquel que guste de la lectura. Tristemente encuestas como esta contribuyen a que haya, como siempre, más poetas que poesía. ¿Qué es lo que sigue: el mejor agente de ventas en el mercado literario? Ahí, seguramente la suerte -también- ya está echada. Y la poesía: ¡bien, gracias!

Rafael Toriz y Sigifredo E. Marín
Diciembre 2004-Enero 2005.