lunes, diciembre 06, 2004

Marcha por el Orgullo Masculino

MANIFIESTO DEL HOMBRE/ JUNIO 2004

MAN'S- MAN / MAN'S MANIFESTO
A ser promulgado por la consciencia de los hombres
durante la

MARCHA o MANIFESTACIÓN MASCULINA

Fecha de la Marcha: Domingo, 20 de marzo, 2005

Trayectos tentativos:

Del Zócalo a Los Pinos
Del Ángel a Los Pinos
Del Ángel al Zócalo

La Marcha del Orgullo Masculino, Manifestación Masculina (conocida por nosotros en clave como Man's-Man), o Marcha de los Hombres, exclamará con grito varonil las siguientes tesis, declaraciones y objetivos:

1.- Instituir Mundialmente el Día Internacional del Hombre.

Día tentativo: 20 de Marzo. Es una fecha fácil y redonda; desde la segunda mitad del siglo XX ha reemplazado al 21 de Marzo como la fecha nueva y actualizada del Equinoccio de Primavera; es el inicio de Aries, signo masculino de fuego, inaugurador del ciclo zodiacal.

2.- Instituir Mundialmente el Año Internacional del Hombre.

Año tentativo: 2010. Es un año fácil, redondo y trascendente; nos da tiempo para organizar este importante evento mundial. El número 10 representa en las culturas el concepto de completud, logro y perfección, caracteres que le corresponden antropológicamente al signo del hombre.

3.- Crear la Institución del Hospital del Hombre.

Desde hace mucho tiempo existe mundialmente el Hospital de la Mujer y un sinnúmero de instituciones dedicadas a ellas y sus problemas ginecológicos. Las condiciones de igualdad de género exigen, además del Día Internacional y el Año Internacional del Hombre, no discriminar al género masculino e instituir el Hospital del Hombre para atender sus enfermedades andrológicas y sus accidentes de género y de trabajo ?más severos y numerosos que los de ellas.

4.- Promulgar el Día del Padre como fecha fija en el calendario anual.

Fecha propuesta: 20 de junio. Si el Día de la Madre tiene este status sagrado e inamovible, llueva o truene, sea martes o jueves, la igualdad de género obliga a mantener el Día del Padre como sagrado y fijo, y no en un cómodo domingo que se ajusta a conveniencia, no de los padres sino del calendario laboral.

5.- Cumplir las mujeres sus deberes sociales de igualdad y justicia de la misma forma que exigen sus derechos a través de protestas y propagandas.

Los movimientos feministas protestan enérgicamente contra el hombre, detestan los atributos masculinos y ensalzan los femeninos como superiores y más sublimes en cada vez más campos de pensamiento y actividad, pero no confiesan sus propias características históricas de coqueteo, seducción, embaucamiento, provocación y manipulación al hombre. Deben admitir sus propios errores y desavenencias estructurales para vivir un ambiente de verdadera igualdad de género.

6.- Buscar las mujeres vivir en paz con su colega terrestre, el hombre, toda vez que se declaran indispuestas a cultivar el auténtico y desinteresado amor hacia él.

Que no se dedique la mujer a atacar al hombre ni a sostener un proceso de castración social masculina -que ya desembocó en agresión física, por extremismo fanático y personal. Esta guerra declarada de las mujeres desconcentra nuestras energías, nos enfrenta uno al otro como enemigos y nos desvía de las tareas primordiales de la humanidad. Al atacar al hombre, la mujer lo vuelve su rival en lugar de su aliado, distrayendo de esta manera los esfuerzos conjuntos que necesita la especie humana entera -y ambos géneros- para enfrentar sus problemas más urgentes, entre ellos el primero: colaborar todos para reducir la tasa de crecimiento poblacional en las áreas críticas del mundo. Por ello resulta perentorio vivir en paz la civilización femenina con la masculina y no hacerle la guerra el movimiento feminista al hombre sino controlar sus propios excesos y atender las obligaciones a cumplir. Necesitamos los hombres de su amor -ya que son mujeres-, no de sus trampas, y que declaren una tregua para concentrar juntos nuestro debate en construir la paz y la solución a nuestras emergencias comunes. Combinar nuestras fuerzas importa más que alimentar rencillas de género -meta principal de los movimientos feministas y sus múltiples secuaces, entre los que discurren incontables varones.

7.- Por un movimiento de respeto y colaboración de las mujeres hacia el carácter macho de los hombres, y los valores que derivan del machismo impreso, intrínseco y milenario del hombre, constructor y punta humana de las civilizaciones.

Las mujeres y los movimientos feministas tienen como uno de sus temas predilectos el fustigar lo que llaman machismo como si fuera un azote de la humanidad y las mujeres. Y no es así. A eso que llaman machismo se le debe la arquitectura de las civilizaciones humanas, la exploración, la navegación, el comercio, las ciencias, la astronomía, las religiones, los deportes, las competencias, los juegos, los inventos, las artes y la poesía misma con todo y su romanticismo. Al machismo le debemos también las cualidades más sublimes de las que lucran y gozan las mujeres, como la caballerosidad, la fuerza, la astucia, la valentía, la inteligencia, la benevolencia, las serenatas y el que los hombres se sacrifiquen por las mujeres, las recojan y las lleven, abriéndoles puertas, cubriéndolas con sus sacos en la lluvia, levantándose de asiento y hasta gastando todo su dinero en ellas -mucho más que en sus colegas masculinos. Por otro lado los hombres no constituimos movimientos machistas de protesta contra las mujeres ni contra su ?hembrismo?, ?feminismo?, ?femichismo? y ?femimachismo?. Los hombres no somos machistas ?somos machos. Y a mucha honra. ¿No celebran las mujeres su femineidad? Si no hay caballeros es porque las mujeres están acabando con los machos. Y la caballerosidad es hija del machismo.

8.- Erradicar las promociones y movimientos, así como las escenas y mensajes de misandria en todo el mundo.

Las mujeres y los movimientos feministas, en colaboración con los hombres y las asociaciones de todas partes, están teniendo éxito en su lucha contra la misoginia, atacando a los misóginos en toda arena de actividad. Se fustiga la violencia a las mujeres, se prohíbe las escenas de abuso y agresión contra ellas. Pero por otro lado somos testigos de una constante campaña de violencia femenina contra los hombres, en mensajes, palabras, significados y hasta en la publicidad, las pantallas y los medios impresos, todo lo cual habla de una misandria no sólo consentida sino promovida, y no sólo por las mujeres sino por los diseñadores, productores, directores, actores, artistas y cineastas entusiasmados en explotar las modas, los lenguajes y argots en boga por sus intereses comerciales. Se multiplican las escenas de violencia femenina sobre los hombres, desde anuncios, spots y promocionales hasta programas, películas, y documentales. Vemos desde cachetadas, empujones e insultos verbales de heroínas y villanas, hasta patadas, trancazos, balaceras, metrallazos y bombazos en los que las mujeres humillan, acaban y diezman a los hombres. ¿Dónde está entonces la igualdad? ¿Dónde la intención de paz y concordia de géneros? Ya ganaron la batalla contra los misóginos, ya los han puesto en ridículo. ¿Significa esto que debemos tolerar a las misándricas y ver pasivamente cómo aplican violencia impune, aplaudida e indocumentada contra los hombres? ¡Pongámoslas en ridículo por ello!

9.- Sancionar legalmente, y a través de campañas y programas, a las mujeres que ejercen violencia física y psicológica sobre los hombres.

La violencia moral frecuentemente precede a la violencia física. Antes de que muchos hombres tengan que apostar a golpear a las mujeres, ellos han tenido que soportar demasiado embate y constante agresión por parte de ellas. De la misma forma que las leyes en todo el mundo tipifican la violencia intrafamiliar ejercida por los hombres hacia las mujeres y su prole, castigándolos con cárcel y sanciones económicas, nosotros debemos fomentar que se amoneste de igual modo a las mujeres que ejercen violencia verbal, emocional y psicológica sobre los hombres y sus parejas masculinas, y para ello, tenemos que empezar por identificar esta violencia femenina, tipificarla, documentarla y denunciarla. Nadie, por ejemplo, se da cuenta de que esta violencia ocurre en pequeños e inadvertidos empujones, coscorrones, pellizcos y manotazos que las mujeres propinan constantemente a los hombres, así como en abundantes epítetos que emplean contra ellos, a veces dizque en forma cordial y casual como: tonto, necio, bruto, estúpido, idiota, egoísta, etc., que los hombres, por caballerosidad y tolerancia, no calificamos -erróneamente- como agresión y violencia femenina al género masculino. Debemos empezar a hacerlo para igualar el ajuste de cuentas feminista.

10.- Sancionar en forma legal, y a través de campañas promocionales y publicitarias, a las mujeres que violan la serenidad sexual de los hombres y los seducen, provocan y utilizan aprovechándose de sus "encantos".

Se ha logrado castigar a los violadores y a los acosadores sexuales, pero no se ha trasladado este concepto a las mujeres. Ellas, a través de sus coqueteos y técnicas de seducción y provocación, mediante su manera de vestir (minifaldas, escotes, etc.), su forma de moverse (claviculización, cervicalización, caderización, cabelleo, etc.), y su modo de hablar (ingenuidad, dulzura fingida, inocencia, obstinación) practican acoso sexual y violación de distintos grados sobre el hombre. Lo curioso de todo esto es que ellas no buscan sexo sino calentar al hombre y alborotar su hormona para conseguir cualquier especie de favor o tarea masculina ajena al evento sexual.

11.- Instituir en la Internet ventanas y sitios específicos para los hombres que defiendan sus derechos, terrenos e intereses de género. Tales sitios serán la zona CHAT-MAN de la red mundial.

Existen en toda la Red -y en cifra excesiva- los sitios exclusivos para mujeres, que ventilan sus preocupaciones y difunden sus quejas a nivel planetario. Ellas están formando equipo, sindicato y civilización superconsciente. En esto sí que nos llevan la delantera. Nos están comiendo el mandado porque nosotros no nos ocupamos en publicitar nuestras cuitas con las mujeres sino más bien a cantar sus glorias y a declamar nuestra cándida admiración hacia ellas. ¿Por qué no unirnos los hombres en la Red para hacer consciencia ejidataria, sindical y corporativa de nuestro ser masculino?

12.- Crear suplementos masculinos exclusivos para hombres en las revistas, periódicos, programas y noticieros.

Las mujeres, sus movimientos y asociaciones han gozado de estos privilegios y suplementos en revistas desde hace décadas, y cada vez más éstos se dedican a defender sus intereses y caprichos femeninos. ¿Por qué no se nos ocurre a los hombres contestarles y hacer lo mismo? Ya nos metieron muchos goles. ¡Hay que resucitar!

13.- Reformar las constituciones y leyes relativas a la figura jurídica de la Patria Potestad en favor de un fallo justo e igualitario hacia el Padre de los niños.

La normativa que rige los juicios de Patria Potestad, caballerosamente constituida por legisladores varones, favorece amplia y sobradamente a las mujeres. El género femenino ha engordado en forma exagerada del manejo que se le da a esta figura, perjudicando la paz, salud y economía de los hombres en protección a las mujeres, quienes han aprovechado esta condición, con ayuda de los hombres mismos, para ponderar la maternidad y elevarla a nichos tan sagrados que se vuelven lucrativos y lesionantes al valor y dignidad de la paternidad masculina.

14.- Instituir a nivel nacional obligatorio un servicio médico, social o militar para las mujeres, a propósito de ponerlas en condiciones de igualdad con el género masculino, obligado a cumplir este deber a cierta edad juvenil.

Consta en los archivos y anales de México y varios países el servicio militar para los varones entre 18 y 20 años, variando los rangos de una ley a otra, pero no se obliga al género femenino a servir un año a la patria en alguna especie de entrenamiento médico, social o militar. Las mujeres, siempre ágiles en encontrar desigualdades entre los privilegios y los deberes de género, no han denunciado esta situación de desigualdad. Los sectores feministas, lo mismo que los masculinos y oficiales, deben reajustar este desequilibrio y programar un servicio médico, social o militar obligatorio para las jovencitas, como lo cumplen y acreditan los hombres.

15.- Crear Instituciones de Defensa y Promoción Masculina para enaltecer la Integridad, Protección, Dignidad e Imagen del Hombre, tan vapuleada por las propagandas e intereses feministas.

Fundemos instituciones e inscribámoslas en los registros públicos, como: Movimiento de Dignidad Masculina, Fondo para la Emancipación del Hombre, Organización Nacional de Hombres, Coalición Activista de Varones, Asamblea Nacional de la Masculinidad, Organización para los Derechos del Hombre, Comité Legal Masculino para Asuntos Conyugales, Asociación Internacional de los Hombres, etc. (Ver referencia en la página 118 del libro La Conspiración Feminista, Lorenzo da Firenze, de Inventora Laurentius y Edit, Costa-amic, México, 1997). No permitamos ya más abusos de las mujeres. Tú eres hombre.

¡No te dejes!

HOMBRES DEL MUNDO: ¡ UNÍOS !

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