lunes, septiembre 13, 2004

Edilberto Aldán sobre lo indecible

Botella al mar
Antología de lo indecible, de Guillermo Vega Zaragoza
por Edilberto Aldán

en agseso.com

Los secretos suelen engendrar secretos que a su vez engendran otros secretos, una larga cadena de silencios y omisiones que, tarde o temprano, estallan sobre el rostro del culpable, redimen a la víctima, por lo menos así lo señalan los cuentos con moraleja, esos donde el mundo de los buenos y los malos está perfectamente definido. Sólo que la vida real no termina con una moraleja, no es posible darle vuelta a la hoja una vez que se ha descubierto como el malvado, una vez más, ha sido castigado, la vida no pasa por el cuarto de edición, así que esos secretos terminan engendrando males mayores, monstruos de culpa, delirios de persecución, avalanchas que a la orilla del risco descienden como traición entre amigos, pecados inconfesables entre parejas, secretos de familia que nunca deben ser violados.

Guillermo Vega Zaragoza sabe que (como apunta Elías Canetti en uno de los aforismos de El suplicio de las moscas) "Nombrar es el mayor y más serio consuelo del hombre", de ahí que haya titulado su primer volumen de cuentos como Antología de lo indecible (Plan C Editores, Serie La mosca Muerta/ Conaculta, México, 2004), una vez perdida la posibilidad de retorno a la inocencia, que al menos quede el consuelo de contarlo.

Cada uno de los catorce textos que componen la Antología de lo indecible son un intento del narrador por no permitir el silencio, de revisar la experiencia y ofrecerla al lector desde una perspectiva donde lo que se da no puede ser tomado con neutralidad, sino que obliga a asumir una posición, ya sea por la repulsión o el identificarse con los personajes o la situación, en muchas de las ocasiones reaccionar al texto a partir del sentido del humor, humor negro, desesperado, del humor empleado cono último recurso del vencido.

En este sentido la Antología de lo indecible es de una escritura violenta, no sólo porque la mayoría de los textos están escritos desde la desesperanza, también por la crueldad con que el narrador dispone de todos sus personajes, no les deja más salida que el reírse de sí mismos, pues cada texto es la puesta en escena de cómo las consecuencias de los actos alcanzan a los protagonistas, por ejemplo, en "El verdadero infierno de Dante", Lucifer susurra al poeta el conocimiento que ansía y lo transforma en Fausto; en "De fornicationis angelorum" el lector es advertido del resultado de buscar sexo con los ángeles; mientras que "Ariadna en el laberinto" se desencanta por la tardanza del Teseo que ante todos ha negado esperar; o bien en "Hombres perfectos" donde la búsqueda del otro finaliza con una pareja abrazada, rodeada de trastes sucios, cada uno pensando en lo que no pudo ser.

Además del sentido del humor, hay otro hilo conductor que da cohesión a este libro, la fascinación por lo terrible, si existen múltiples formas de narrar un hecho, Guillermo Vega Zaragoza selecciona decirlo en el momento de mayor dolor, no cuando se genera la herida sino en el instante en que abre la llaga y se repite el daño, sin temor al melodrama narra la historia de un niño solitario en "Hijo del mar", o deja hablar "In memoriam" a los testigos de un suicidio, enumera los destrozos de "El perro de Brasil" o bien se deja llevar por la corriente de pensamientos durante un apagón en "El tercer aullido"; esta mirada sádica sobre la realidad logra que la importancia del relato resida en cómo se cuenta, sin importar si la historia surge a partir de la realización de una tarea escolar y la entrevista a "Mi vecina de abajo", o el silencio que no responde al despertar de un hombre que amanece en un cuarto de hotel junto a alguien que no recuerda y sin su "Zapato izquierdo", así como las consecuencias del deseo durante el "Duermevela".

Si bien Antología de lo indecible es anunciado como el primer libro de cuentos de este autor y en algunos de ellos todavía quedan restos de las propuestas con que se trabaja en los talleres literarios, Guillermo Vega Zaragoza es un escritor con un olfato narrativo envidiable, sabe que el cuento se gana por knock out y lo busca, sabe hacer amenos los momentos agrios y no teme dejar la voz cantante a sus personajes cuando de hacer avanzar la acción a través del diálogo se trata. Muestra de ellos son "Asunto de familia", "La culpa" y "La fascinante vida sexual de los caracoles", relatos representativos del estilo de Guillermo Vega Zaragoza, los mejores de este libro, en el primero la evocación, la memoria fragmentada y llena de detalles se desata en una golpe súbito, una venganza inútil (como todas); en "La culpa" el autor consigue la fotografía de un momento absolutamente triste, cuando el sacrificio se transforma en un acto de amor; y, finalmente, la historia que cierra el libro, el moroso relato de un viaje, donde el protagonista convoca a la traición desde la primera línea, cuando nada más por hacer platica pregunta: "¿Cuál es la peor chingadera que han hecho en su vida?"

En otras reseñas de este libro se ha mencionado la influencia de Carver y Bukowski, si estos nombres valen como referencia para acercarse a este volumen, valen; sin embargo creo que atribuir esta ascendencia a Guillermo Vega Zaragoza no otra cosa que simplicidad del crítico, Antología de lo indecible es un libro que se nutre de múltiples fuentes, con un estilo que se define a partir de la búsqueda y la variedad. Vale la pena acercarse a este libro.