martes, septiembre 07, 2004

Acusan al cabaret de propiciar mundos imaginarios

Al atardecer, después de salir de trabajar, cuando la luna con su luz de sol tímido ilumina las calles o cuando está tan tímida que no sale, entonces se dan cita algunas criaturas extrañas que alimentan la imaginación con varios tragos de cerveza, tequila o vino. Son seres nocturnos, a veces solitarios, que gustan de un buen espectáculo nocturno y no les da miedo asistir a los peores tugurios.

Existen lugares donde mujeres alegres, de edad madura y amplia experiencia, imponen sus reglas amatorias en medio de costales de frijol y maíz, los "cuartos de hotel" son simples cortinas desgarradas y la cama es un petate sucio y con olor a humedad. El ambiente es lo de menos, los trucos son lo importante. El sujeto que se atreve a pasar por ahí, si se descuida, sentirá un leve apretón de testículos por parte de manos expertas que lo invitan a pasar la mejor noche de su vida.

Los adictos a visitar esos lugares son admiradores de Charles Bukowski, Baudelaire, Guy de Maupassant, Flaubert, Henry Miller y de otros escritores de pluma crítica y palabra contundente. Esos visitantes nocturnos, que gustan de las noches de cabaret, argumentan que es el mejor sitio para alimentar la imaginación, pues en esos lugares hay personajes dignos de vivir en medio de las páginas de un libro. De ahí nacen las Historias de cabaret que leerán el próximo sábado 11 de septiembre a las seis de la tarde en la Casa de la Cultura Enrique Ramírez y Ramírez, ubicada en Vidal Alcocer esquina con Peña y Peña.

Los noctámbulos aventureros y atrevidos, los tipos duros, sin miedo a la palabra y lugares escabrosos son:

Guillermo Vega Zaragoza: conocido Charro negro, escritor de la Antología de lo indecible, sus cuentos y relatos han sido publicados en varios suplementos culturales del país. Como buen Charro Negro visita cantinas, no sean mal pensados, lo hace sólo para alimentar la imaginación y seguir escribiendo para sus admiradores que le piden publique pronto otro libro.

Esteban González: como buen noctámbulo le gusta visitar a Las fabulosas, mujeres que lo inspiran y dan origen a cuentos donde ellas son las protagonistas. Tiene admiradores en el mundo dark y seguidores esotéricos que lo invitan a escribir sobre brujas de la vida alegre.

Luis Mario Aguilera: escritor lleno de humor, capaz de hacernos reír con historias escatológicas donde una doble intención se puede vislumbrar entre las líneas del relato. Sus protagonistas tienen mucho de grotesco y seductor y son capaces de explotar en medio de un exclusivo restaurante.

Fernando Reyes: famoso por sus antologías Fantasiofrenia, Antología del cuento dañado, y, Pragmatáfora, cosas versos y prosas. Ha colaborado con Tierra adentro, Astillero, Cambiavía, Molino de letras, Descrituras, Voces de la primera imprenta, Universidad y utopía, entre otras. Sus cuentos, firmados por heterónimos, nos remiten a realidades sensuales o desdichadas.

Así que, estimado lector, no se pierda esta jornada literaria y convénzase por sí mismo de los estragos imaginarios producidos alguna noche en un desconocido cabaret.

Recuerde, la cita es: Casa de la Cultura Enrique Ramírez y Ramírez. Vidal Alcocer esquina con Peña y Peña el día sábado 11 de septiembre a las seis de la tarde.

Nota informativa: Guadalupe Bucio. Cultura, Dirección Territorial Morelos.