martes, mayo 18, 2004

La conjura de los macuarros II: ¿Se puede definir qué es un macuarro?

Sin duda. No obstante, cabría aclarar que al macuarro (o su condición: la macuarrez) no lo define una caracterización ontológica sino más bien existencial (carajo, ya estoy escribiendo como Yepez). Lo que quiero decir es que al macuarro no lo define su origen (hay macuarros en todos los estratos sociales, aunque es obvio que al haber más pobres el número de macuarros pobres se eleva considerablemente, lo que no necesariamente descalifica a los ricos para figurar en el ranking de la macuarrez; tan sólo es un reflejo estadístico). Tampoco los define su raza (hay macuarros blancos, negros, mulatos, indígenas, orientales y caucásicos). Por ende, tampoco los define su ubicación geográfica (hay macuarros regados por todo el mundo; en las grandes ciudades, en la provincia, en las fronteras, en las capitales y en los puebluchos más miserables de la tierra).

Como decía, la condición de macuarro es de carácter existencial. El macuarro es macuarro porque así nació, pero también porque así quiere ser. Porque, dirían los filósofos, "persiste en su ser" macuarro.

Esto nos lleva al peliagudo dilema de si el macuarro nace o se hace, y a si un macuarro puede dejar de serlo por pura fuerza de voluntad. Lo que me obliga a recordar la historia contada por ese prócer de la macuarrez que se hace llamar Polo Polo. Cuenta él en uno de sus discos inmortales que una vez un Culito ya no quería ser Culito, sino que quería ser pajarito. Entonces, empezó a caminar por la calle como pensaba que caminaban los pajaritos. Nada más que quienes lo veían pasar, seguían viendo un Culito en lugar de un pajarito. "Adiós, Culito", lo saludaban. Y el Culito se enojaba: "No soy culito, soy pajarito". Así, hasta que alguien lo increpó: "Bueno, si eres pajarito, entonces canta como pajarito". Entonces el Culito se acomodó el cuello y se dispuso a entonar una melodía, como pajarito que sentía que era. De su boca sólo salió un sonido, inatacable: "PRRRRRRRRRRTTTTTT". Fin de la fábula.

Eso es exactamente lo que sucede con los macuarros que quieren dejar de "persistir en su ser". Simple y sencillamente, se les nota en la forma de caminar, o de escribir, o de hablar, o de vestirse. Es decir, la macuarrez es una categoría íntimamente vinculada a la forma de ser y, por ende, al estilo. Y aquí llegamos al meollo del asunto: el macuarro es aquel que carece de estilo, y por lo tanto de individualidad. Por eso el macuarro tiende a copiar, a emular, generalmente mal, a los que tienen estilo. Tratan de mimetizarse, pero no lo logran. Tratan con todas sus fuerzas de adquirir un estilo, pero al no saber qué es el estilo, se delatan de inmediato.

El macuarro copia lo que sea: formas de hablar, comportamientos, modas, música, lecturas, modismos, formas de vida. Cree que copiando, plagiando, adueñándose de lo que no le pertenece, puede llegar a adquirir un estilo propio, pero, lamentablemente, nunca lo logra. ¿Por qué? Porque en el fondo, el macuarro se odia a sí mismo, precisamente por no tener estilo, por no ser nadie.

Aquí cabe hacer una aclaración. Hay que distinguir al macuarro de otras categorías históricas y filosóficas (en cuanto a la "filosofía de lo mexicano", que abarca desde Samuel Ramos, Octavio Paz, José Vasconcelos, Jorge Portilla y llega hasta Roger Bartra). Categorías como "el pícaro", "el peladito", "el pachuco", "el chundo" o "el naco". No: el macuarro es la categoría ontológica que rebasa las fronteras nacionales, gracias a la globalizacion, y permea todo el planeta. Es decir, hoy, el macuarro está en todas partes, gracias a la Internet, las telecomunicaciones y la televisión. El macuarro es la genuina aportación de la antropología, la sociología y la filosofía mexicana a la posmodernidad, o mejor: a la desmothernidad. (Chútate ésa, pinche Yepez mamila).

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

SeMoN semOn Bn Bn EsO eS sEr MAcUaRrO cOmO cReO qUe El TaL yEpEz TmB eS jE y Tu TmB mAmOn Je nO eS cIeRtO bUeNo MAs O mEnOs

aTeNtAmEnTE:AnIiTa ViZcArRA
aNeXSeNmE eStE eS mI mSn:
anita_masbonita@hotmail.com
pErO mE aNeXsAn A sU mSn Y No Me DiGaN qUe No TiENEn PoRqUe QuE sArRA aGanSe UnO QuE pEdO nO mAmEn ByE..

12:48 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

Igual de naco o macuarro, siguiendo la acepción del post, es aquel que habla de un tema del cual no tiene conocimiento ni bases.

Si no fuera el autor tan wey, sabría que "macuarro", viene del náhuatl "macuil" que significa "cinco" y que al mismo tiempo designaba a los constructores prehispánicos.

Pero la palabra se deformó hasta llegar a macuarro, lo cual designa a los albañiles, específicamente aquellos que trabajan el tabique o block.

Como tradicionalmente los albañiles visten en ropa de trabajo, manteniéndola sucia (por el mismo trabajo), los pendejetes creen que macuarro es siónimo de mal gusto.

La ignorancia y la persistencia en ello es extremadamente NACO. Pero no por falta de gusto (que es la acepción usa el autor), sino por la "barbarie" que designa la palabra naco. Naco (totonaco)= bárbaro, extranjero, inculto en náhuatl

5:34 p.m.  
Blogger Guillermo Vega Zaragoza said...

Siempre es bueno que lo pongan a uno en su lugar. Señor Anónimo: es usted un faro entre tanta oscuridad.

6:30 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

muy buena definicion,, esa palabra la escucho siempre en la pelicula de pedro infante donde se pelea con otro indio le dice: indio macuarro!! entonces es mas fiel apegada esta interpretacion de la palabra,, sin mas vueltas.. gracias.

10:15 p.m.  
Blogger Unknown said...

Manejaste bien tu sintesis filosofica hsata que mencionaste a Polo Polo. Hubiera sido caasi perfecta tu obre.

6:55 p.m.  

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