martes, mayo 18, 2004

La conjura de los macuarros I


El Temo enseƱando el cobre en cadena nacional... otra vez

El 14 de mayo apareció esta nota en el periódico La Crónica de Hoy: En horario estelar del Canal 5, Cuauhtémoc se dice avergonzado y luego muestra repertorio de golpes escrita por la reportera Patricia E. Dávalos.

La reproduzco en su totalidad porque retrata, de los pies a la cabeza, el prototipo del macuarro, que es el motivo de esta serie de posts:

Cuauhtémoc Blanco cayó en el juego, en el del jugador del Sao Caetano, por eso le dio un codazo en el rostro. Pero el delantero del América se disculpó, o lo intentó, durante el programa que conduce Omar Chaparro No manches, transmitido la noche de ayer.

Pantalón de mezclilla, camisa con dejos del folclorismo de los años 70, mocasines en tono piel, pero sin calcetines, el jugador se presentó ante las cámaras para demostrar su arrepentimiento por los hechos sucedidos el pasado martes en el Estadio Azteca que derivaron en enfrentamientos y golpes.

Omar en su personaje de “la licenciada”, algo así como una doctora y psíquica, aseguró que Cuauhtémoc no estaba ahí, “para cuestionarte sobre el partido pasado ni por qué les pegas —pero qué madriza le pusiste al negro—, pero no, no es tu estilo…., Si tu quisieras agregar algo, comentar algo acerca de eso…, preguntó “la licenciada”.
—Bueno, este…,
—Con confianza

Y Temo se lanzó y se atrevió a decir que “fue lamentable lo que pasó, creo que todos nosotros estamos apenadísimos por lo que pasó en el Estadio” y con la sonrisa nerviosa de quien no sabe estar frente a las cámaras agregó: “son cosas que no deben de pasar en un estadio, porque hay niños, hay familias, creo que no debe de pasar esto, pero como lo he dicho, al final creo que se burlaron y prendieron mucho a la afición…”

Como los niños que piden perdón ante el cura, Blanco se quejó de que todos le echan la culpa, “a mí, como el que empezó todo esto” pero, “mi conciencia está muy tranquila, ahí, la verdad, me calenté”, aceptó, mientras observaba las imágenes de su agresión contra el jugador contrario. E insistió para justificarse, “caí en el juego de él”.

“La licenciada” apoyó, “pero, siempre caes Cuautémoc, como que es parte de tu personalidad, eres explosivo, ¿así eres también con las mujeres?”.

El rubor se acumulo en mejillas y frente, “no, no, siempre lo he dicho, en la cancha me transformo, soy otro, pero fuera soy humilde, sencillo; me encanta convivir con mi gente, con mis compañeros, con mis amigos…”

El hombre que de no haber sido jugador de futbol hubiersa sido boxeador, “desde chiquito me gustaba el box”, y que Omar definió como “el mejor futbolista de México, aunque te guste el trompo”, demostró ese su otro yo, el que dice sólo le salta en la cancha, al seguir el juego de “que harías si te agreden” y el muñeco de trapo representa, primero, a un mesero texano de Los Angeles (que demandó a Temo por golpearlo, juicio por el cual no puede ir a Estados Unidos). Primero el tono retador, después ¡Zas!, un izquierdazo en el rostro del hombre.

A otro “ofensor”, como el jugador brasileño, patada y cabezaso. Al final, toda la furia sobre la imagen de David Faitelson, “ya deja de critcarme”, decía el boxeador frustrado, en tanto golpeaba al mono con la imgen del comentarista.La apología de la violencia y en cadena nacional.

Pero Cuauhtémoc asegura que aprendió a “guardar la humildad”, porque esto es una rueda, y se puede “estar arriba o abajo”, por ahora “soy el blanco de todos”, se quejó.

Luego regaló balones al público, en tanto “la licenciada” y sus compañeros revoloteaban alrededor del jugador que tiraba los balones al público.
Antes, el personaje de Omar, le había dicho que leyó su carta astral y “fuiste golpeador”, a lo que Temo sonrió nervioso, con el ansia reflejada en la amplia frente. Mientras Televisa intenta limpiar la imagen de su jugador que recibe como castigo elogios, las autoridades cerraron el Estadio Azteca por los desmanes del martes, el verdadero aficionado se pregunta ¿dónde quedaron los ídolos de otros tiempos?

Blanco asegura que el futbol le ha dado más de lo que jamás imaginó, hasta una novia que como él, ya es otra fuera del escenario. La humildad en ese estilo, se contagia.

“Cuauhtémoc me gritaba mono”

Cuauhtémoc Blanco, jugador del América fue el responsable por las lamentables escenas de violencia vividas el martes en el Azteca, coincidieron los jugadores del club brasileño Sao Caetano.

El martes, Sao Caetano eliminó a América en el Azteca, en partido por los octavos de final de la Copa Libertadores, y al final del cotejo ambos equipos se trabaron en una batalla campal, de la que participaron numerosos hinchas armados con barras de hierro.

Para el marcador lateral derecho Anderson Lima, "Blanco se pasó todo el partido llamándome mono (Lima es negro), haciendo provocaciones racistas. En un momento me pegó un codazo. Eso no puede ser".

Por su parte, el entrenador Muricy Ramalho, coincidió con Lima al responsabilizar a Blanco. "Él fue el que creó todo eso. No se puede admitir eso. Cuando fue expulsado (por el codazo a Lima) tendría que haber sido retirado de la cancha".

Varios jugadores de Sao Caetano dijeron que futbolistas del equipo mexicano provocaron durante todo el partido. "Se acercaban y nos decían que ellos ganaban bien y que nuestros salarios eran miserables", dijo Lima.

Por su parte, el director de la delegación brasileña, Genivaldo Leal, rechazó de plano que jugadores de Sao Caetano se hayan burlado de la hinchada, supuestamente bailando irónicamente como un águila (símbolo de América) en el terreno, provocando la reacción de los mexicanos.

"No tuvo nada que ver la conmemoración de los jugadores en el mediocampo después del partido. Todo empezó cuando los jugadores (Reinaldo) Navia y Blanco, al fin del partido, agredieron cobardemente al arquero Silvio Luiz", dijo Leal a la prensa.

Como consecuencia de los desmanes, el arquero reserva Fabiano precisó seis puntos de sutura en el cuero cabelludo, y el arquero Silvio Luiz sufrió una torsión en el tobillo derecho.

Ayer jueves, el cotidiano especializado Lance! indicó que Sao Caetano "pasó por momentos de terror en el Azteca", y recordó que América disputó la Copa Libertadores por invitación de la Confederación Sudamericana, al contrario de Sao Caetano, que clasificó por mérito propio.

Porristas dicen que Blanco provocó el cierre del Azteca

Raúl Ojeda, líder de la porra Águilas por siempre, destinó parte de su reparto de utilidades que le dio su empresa para comprar boletos y llevar a su esposa y cinco hijos al partido del día 22 en el Azteca. Pero no podrá ir porque el jefe de la policía del DF, Marcelo Ebrard, decidió cerrar el estadio por "falta de seguridad".

"Cuauhtémoc Blanco es el culpable, porque provocó la bronca ante Sao Caetano; es un vándalo", dice Ojeda. Y remata: "¿Nosotros qué culpa tenemos que ni la propia directiva pueda controlarlo?"

Tiene 45 años y trabaja como obrero en la empresa Kaltex. Gana 650 pesos semanales: "A veces no tenemos para comer, pero esta vez recibí un dinerito de utilidades que pensaba utilizar para ir con mi familia al estadio, como cada vez que juega el América en el Azteca".

Acusa a Blanco de haber "calentado" los ánimos entre los aficionados del estadio Azteca luego de ser expulsado el martes al final del juego ante Sao Caetano "y, lo peor, es que ni siquiera saben perder".

Viste una playera del América y tiene la mirada perdida. Caé una llovizna sobre el sur de la ciudad, pero Raúl ni se inmuta. Parece de piedra. Sentado frente al búnker americanista en la calle Del Toro número 100, se pregunta qué hicieron los "verdaderos" aficionados al América para que les prohíban entrar al estadio.

"Somos seguidores del América desde hace 30 años, y nuestros padres le iban al América por eso le inculco esa idea a mis hijos... ¿Eso es malo?", explica mientras encoge los hombros y es blanco de las burlas de los automovilistas que pasaban frente al lugar como si él tuviera la culpa de la eliminación del equipo o de la bronca que generó Blanco.

Acusa también a la directiva del América de proteger a un "vándalo como Blanco". Resulta que, según ellos, es el ídolo de México. ¡No, qué va! Ídolo El Púas Olivares, El Ratón Macías, bueno, ni Hugo Sánchez es un ídolo, menos ese vago golpeador", sentencia.

Explica que el martes Blanco nunca quiso abandonar la cancha. Se asomaba por el túnel y la Monumental, que se coloca justo frente a ese túnel, y gritaba que golpearan a los brasileños.

"Nosotros nos colocamos muy cerca de ellos y sabemos perfectamente lo que acostumbran a hacer. Lo peor es cuando son incitados por un jugador violento como Blanco", cuenta molesto.

De su lado, Pedro Díaz, miembro la porra Sólo América lamenta no poder entrar al Azteca: "Ahora que cerraron el estadio para el primer juego del América en la Liguilla, resulta una injusticia para la gente que pagamos un boleto y apoyamos a nuestro equipo. Ojo, no nos regalan nada, eh.

Es culpa también de la directiva que solapa a un jugador conflictivo. Es muy bueno en la cancha, pero un patán fuera de ella. No sabe perder".
Asimismo, Juan Bustos, integrante de Amor por América, explicó que mientras Blanco "no tenga freno, seguirá desbocado". "La directiva debió separarlo del equipo, pero cómo van a hacer eso contra su estrellita. Prefirieron que el castigo vaya contra la afición y no contra un jugador indisciplinado", sentencia.

Lamenta haberse enterado que la directiva del América organizará este viernes una reunión entre barras de apoyo al club. "A nosotros nos dejaron fuera. Claro, tenemos que ser violentos para ser tomados en cuenta por el club. A los directivos sólo les pedimos que abran el estadio".
—¿La directiva no los apoya con boletos?
—No, en lo absoluto. Todos los integrantes de la porra nos reunimos cada jueves para planear algo nuevo. Sin ofender, sólo para apoyar. Somos familiares, amigos, compadres. Pura gente que trabaja.

Finalmente los aficionados se retiran. Nadie de la directiva americanista, a la que apoyan desde hace años, los quiso escuchar. Ni les dieron soluciones. Es más, ni los recibieron. Pero todos tienen la misma idea: "El enemigo está dentro del club y se llama Cuauhtémoc Blanco".