viernes, enero 23, 2004

A'i se ven en el espejo

He decidido regresar al silencio de mis libretas y cuadernos de notas.

El exhibicionismo cibernético y el table dance literario sin cobrar boleto no son lo mío. Demasiada inversión de tiempo, esfuerzo y materia gris, que prefiero dedicar a La Obra.

Si alguien quiere leer lo que escriba sobre mi vida secreta y privada tendrá que esperarse a que muera y se publiquen las ediciones anotadas y expurgadas de mis diarios y cuadernos.

Mantendré el otro blog para la vida pública, dar noticias, hacer promoción y, de repente, compartir algún comentario, pero nada más.

A mis amigos escritores y no escritores los seguiré leyendo en sus blogs, y también a algunos otros a los que no conozco en persona, pero cuyos blogs siempre me han resultado una lectura enriquecedora y disfrutable.

Los demás (ellos saben a quiénes me refiero) pueden seguir haciéndose ilusiones de que sus neuróticas compulsiones blogorréicas tienen algún interés para alguien más que no sean sus complacientes cuates de la decadente garita con aspiraciones de metrópoli donde embarran su patética existencia. Yo paso.

Nada se pierde, todos ganamos.