viernes, septiembre 05, 2003

Ya me desapendejé

Pues resulta que siempre sí supe como cambiar los de los links. Vaya. Ahora lo que sigue es hacerle un poquito de publicidad a esta madrinola para que alguien me lea. Pero hoy no. Es viernes, siete y media de la noche, estoy todavía en la oficina y no tengo ningún lugar a dónde ir. Ni tortita ni nada. Podría ir al cine, pero el Cinépolis de Perisur está de hueva. Puro chavito pendejo sintiéndose muy malote. Y Cuicuilco es peor. Parece guardería. No, mejor me voy a una cantina a chupar un par de chelas y me voy dormir, porque antier y ayer me desvelé y ando medio madreado, aunque me siento bien, a pesar de todo. Como que las crudas ya no pegan tan fuerte si no le mezclo a las bebidas.

El otro día me preocupé (un poco, digo, tampoco es para tanto), porque mi amigo El Oso Escamilla me dijo que tenía la impresión de que yo era muy borracho. !Háganme el refavrón cabor! Borracho, lo que se dice borracho, mi carnal Tino, que ese sí chupa 24 horas sin parar. Yo nada más bebo cuando estoy con cuates, para ponerme chispeante y ocurrente. ¿O será que ya estoy en la fase dos del alcoholismo, que es la negación del problema? Quién sabe.

Por lo pronto, a'i se ven. Si me buscan, les dicen que ando en La Doña. No le abran a nadie y se acuestan temprano.