martes, septiembre 09, 2003

Estoy malito

Resulta que ayer, en cuanto llegué a la Universidad, empezó a diluviar. Apenas alcancé a llegar a la cafetería y me empapé como concha remojada. Por lo mismo, la asistencia a los dos cursos se vio seriamente mermada. En uno sólo hubo cinco alumnos. Aun así, me gustó cómo impartí clases. Cuando salí, me di cuenta de que seguía con la espalda empapada y me empezó a doler la garganta mientras platicaba con Alejandro, uno de mis ex padawan, que volví a ver después de meses de andar desaparecido. Llegué a casa y mi madre había cocinado mole poblano. Aunque eran las nueve de la noche, me zampé una pechuga con mole y los reglamentarios frijolitos refritos. No había comido nada en el día. Pensé que no iba a poder dormir o que iba a tener pesadillas, pero apenas y me desperté para orinar a las 4 de la mañana. O sea que ahora no tengo sueños que contarles.

Decidí tomar un taxi para venir a la oficina (ya que los martes no circula El Halcón Milenario, o sea, mi Tsurito 90 que tengo desde hace 11 años). Me tocó el mismo taxista que hace dos o tres semanas me trajo, pero ahora no tenía yo ganas de hablar. Me dolía (me duele) la garganta y siento el cuerpo cortado.

Noé logró mención honorífica en un concurso nacional de teatro en Querétaro. Es la primera obra que mete a un concurso. Bien por él. Escalona me habló para confirmar la comida de mañana.

Mañana. Será un día ajetreado, y no me gusta sentirme mal de salud, sobre todo cuando se trata de celebrar. A ver qué me tomo en la noche para ponerme bien.

Al rato voy a bajar a ver la película ésa de puros cortos sobre los atentados del 11 de septiembre, 11"09'01 creo que se llama. Ayala Blanco la puso del asco ayer en El Financiero. A ver qué tal. Luego les cuento.