lunes, septiembre 08, 2003

El por qué del título

Algún alma caritativa que se haya dado una vuelta por acá se habrá preguntado por qué se llama así este espacio. Bueno, es el nombre de un programa de televisión que vi hace mucho, de esos científicos que pasan a deshoras de la noche. En efecto, la vida de los caracoles es fascinante, pues son hermafroditas y pueden cambiar de sexo a placer. Si ustedes han levantado alguna piedra en un lugar húmedo y han dado con un enjambre de caracoles, es que se han encontrado con una verdadera orgía de todos contra todos. Muchas de las costumbres de los caracoles las utiliza Hugo Argüelles de manera metafórica (o más bien casi literal) en su obra Los caracoles amorosos.

Pero además así pienso llamarle a la novela que estoy escribiendo sobre mis andanzas en una importante empresa de telecomunicaciones en la ue trabajé casi diez años y de la que salí apenas hace cuatro para dedicarme de lleno a la literatura. El pretexto es que uno de los personajes observa en la televisión ese programa y a partir de ahí se desata la acción. Bueno, algo así, porque aunque tengo muy claros los episodios, todavía me falta decidir la estructura y el punto de vista, que es lo más importante.